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Víctor Fernández: "Es para reflexionar seriamente lo que nos pasa"

El entrenador del Real Zaragoza, tras el 4-0 recibido en Gijón, analizó con crudeza el mal partido del equipo y, con mano izquierda, extendió el problema actual del deterioro del juego más allá del césped.

Víctor Fernández, en la banda de El Molinón, en el partido de este domingo.
Víctor Fernández, en la banda de El Molinón, en el partido de este domingo.
Flores (LOF)

Víctor Fernández, si hubiese podido saltarse con pértiga la rueda de prensa de este domingo por la tarde en El Molinón, seguro que lo hubiera hecho, y con una marca enorme por encima de 6 metros, a lo Sergei Bubka. Era un día de esos de difícil puesta en escena, de callar más que decir, de cuidar cada palabra, cada énfasis y hasta cada silencio. El 4-0 y, otra vez, el feo modo de caer derrotado el Real Zaragoza, era el objeto de cortante análisis en campo gijonés.

"Me siento fatal. Me siento bajo, muy bajo anímicamente y muy dolido por la derrota", comenzó describiendo su estado de ánimo.

¿Tiene solución lo que está pasando? ¿Cuál es, si la hay?, se le preguntó desde la bancada de prensa. "Uno puede decir... pero, luego, hay que demostrar. Es evidente que tenemos que recuperar jugadores que no tenemos (en referencia al caso Dwamena y a su pretendido sustituto por fichar); también a jugadores que tenemos, pero que no están, en el plano físico (alusión a Vigaray); a otros los tenemos que recuperar en el ámbito futbolístico, pues tienen que reencontrarse con la confianza y la seguridad que han perdido (Kagawa, Igbekeme... entre otros, cada vez más); es evidente que no podemos regalar un gol como el 1-0, con un hombre del Sporting que se infiltra entre cinco rivales en el minuto 2... Son demasiados factores a los que sobreponernos", respondió de primeras.

Víctor fue sincero en la autocrítica, como está siendo hábito en esta mala racha que ya es un socavón hondo con aires de crisis. "Hemos regalado, sin duda, el primer tiempo. Y es muy difícil jugar en El Molinón con un resultado adverso tan pronto y, enseguida, con un hombre menos. Y el árbitro puso altísimo el nivel de las tarjetas. La primera que vio Grippo me pareció exageradísima y nos ha condicionado", señaló como causas futbolísticas del batacazo de ayer en Gijón.

"Luego, en el segundo tiempo, creo que hemos tenido dignidad. Lo mínimo que se nos tiene que exigir. Dignidad porque el resultado no fuera aparatoso, por intentar defender, por querer llegar a la portería rival dentro de nuestras posibilidades. Es de lo poco que puedo rescatar hoy", añadió para sacar a flote algo positivo que hiciera de contrapunto con la debacle indiscutible del grupo.

Fernández siguió dándole vueltas a la hormigonera en el mismo sentido. Parece que, de entrada, su diagnosis es clara: "Tenemos que reordenarnos en muchas cosas, recuperar gente, debemos tener otra actitud para ganar duelos individuales, hemos de estar más concentrados...", apuntó en serie, señalando las carencias en muchos de sus jugadores, manifiestas un día más en este estruendoso 4-0. "Pero no es momento de discursos. Hay que actuar. Y trabajar", se paró en seco para no seguir abriendo la brecha de la censura a la mala praxis de sus futbolistas sobre el césped.

A Víctor Fernández, con 59 años y 30 largos de experiencia en este sector, no se le escapa el calibre del problema. No ya del presente, sino del que puede estar esperando a la vuelta de la esquina. «Es preocupante. Claro que es preocupante. Empezamos muy bien, pero hemos tenido una serie de contratiempos en el equipo de los que no nos hemos sabido levantar. El domingo (ante Las Palmas), ya sí tendremos que levantarnos como sea», aventuró instalándose en una posición de máxima alerta.

Días de decisiones internas

El regreso, en esta madrugada pasada, en el autocar hacia Zaragoza fue ya el inicio de unos días tensos en el seno de los puestos de mando del club. Lo que sucede ya no es un accidente puntual. Y requiere medicinas rápidas y atinadas desde diversos planos. Víctor también tuvo que hablar de ello a instancias de la prensa presente en ElMolinón.

«Es para reflexionar seriamente lo que nos sucede. No de cara a la clasificación, porque aquí ganas dos partidos seguidos y te pones arriba otra vez. Si hace unos días aspirábamos a ser segundos y estar en ascenso directo. No podemos pensar que lo de ahora es la hecatombe. Lo que sí me preocupa es recuperar jugadores: a los que ya no están y a los que están», reincidió en su tesis, subyaciendo la solicitud de un fichaje urgente para la delantera que releve ya a Dwamena.

Este asunto, que viene larvado desde agosto y el cierre del mercado estival –Víctor pidió unos fichajes que no le trajo la dirección deportiva que rige Lalo Arantegui, un centrocampista de rango y otro delantero–, también tuvo un nuevo giro de tuerca en Gijón tras el 4-0, pues era inevitable.

"El objetivo común de todos ha de ser el reconstruir un equipo que se nos ha caído bastante en estos últimos partidos. Aquí, somos buenos si estamos todos, y si damos todos lo que podemos dar de sí", inició su apostilla.

"Como entrenador, no puedo entrar en ese debate porque es estéril. Es un debate vacío. Tú llevas el escudo del Real Zaragoza y la exigencia es siempre la máxima. Desde ahí, nos acercaremos o alejaremos de la realidad, eso dependera del sentido común de cada uno. Yo no quiero ser ventajista. Ahora estamos en estado de shock y es otro momento diferente de aquel en el que pedí los fichajes en verano", concluyó.    

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