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Bikoro: "Yo trabajo pensando en que me quedaré en el Real Zaragoza"

El centrocampista de 23 años, ecuatoguineano-camerunés, llega procedente del Teruel y es el fichaje más atípico de este verano y el futuro podría pasar por una cesión al final de la pretemporada. Su historia personal es singular.

Federico Bikoro posa para HERALDO DE ARAGÓN en Boltaña.
Federico Bikoro posa para HERALDO DE ARAGÓN en Boltaña.
Daniel Marzo

Es de Guinea Ecuatorial, pero nació en Camerún. ¿Cómo es esto?

Mi padre era guineano y mi madre camerunesa. En aquel momento, vivían en Camerún, en Douala. Soy el mayor de cuatro hermanos.

¿Por qué habla en pasado de sus padres?

Fallecieron los dos. En un accidente de tráfico.

Cuando va a África, ¿dónde está su casa?

La familia de mi padre está en Guinea Ecuatorial. La de mi madre, en Camerún. Yo me trasladé en 2015 a Guinea, a Malabo, cuando tenía 19 años.

¿Cuándo llegó a España?

En 2016. Llegue para jugar en el San Roque de Lepe, pero solo hice algunos entrenamientos.

Vino directamente a jugar a fútbol, a través de gente del fútbol.

Sí. En Guinea había jugado, pero poco tiempo. Y nunca como profesional. Lo hacía como aficionado.

Allí, ¿quién le captó?

Me vio jugar la Escuela de Fútbol Cano Sport (Cano Sport Academy). Me llevaron una semana a un campus para que me vieran, en Malabo. David Navarro (nada que ver con el entrenador aragonés), que es un agente español, de Sevilla, que trabaja en Guinea, organizó un partido y, al terminar, le dijo al director de la escuela que quería llevarme a España. Él me llevó a Lepe. Estuve unos días en la pretemporada del San Roque y de ahí me fui al Recreativo de Huelva, también en esa pretemporada de 2015. Solo jugué partidos amistosos, ninguno oficial.

Tampoco se quedó en Huelva, pues.

No. Me llevaron al Lokeren, en Bélgica. Y allí tampoco pude quedarme. Tenían que pagar un dinero por ser una ficha internacional y ese club tenía problemas económicos. Así que estuve un mes allí y me volví a Guinea. Al final, me pasé la temporada sin jugar nada… bueno, casi. Al final sí que pude enganchar en el Alcalá (de Henares) y jugué los últimos 8 partidos de liga en la Tercera División de Madrid.

Y por ahí sí logró su propósito: jugar en España, empezar en algún sitio.

Sí. Tras esos pocos partidos en Alcalá, al final del verano de 2016 me fichó el San Sebastián de los Reyes, también de Madrid, este de Segunda B. Y jugué con ellos hasta enero, porque me fichó el Lorca FC, en Segunda División.

Mucho cambio en apenas tres años. No ha debido ser sencillo vivirlo.

Ha sido muy difícil para mí. No he tenido casi nunca un sitio fijo para vivir. Cada poco tiempo debía estar con nueva gente, con nuevos compañeros, nuevas cosas, nuevas ciudades… Eso no te permite vivir con tranquilidad. Pero dicen que el fútbol es así, hay que saber adaptarse rápido a los sitios y los equipos.

Con el Lorca debutó en La Romareda, una mañana de domingo.

Sí. Perdimos 3-1. No me fue bien en Lorca. Solo me puso el entrenador, Fabri, en otro partido más, contra el Tenerife. Fue una desilusión. Entrenaba bien pero no jugaba. Fabri tenía a su gente, sus jugadores de confianza, su grupo que jugaba casi todos los partidos. Lo pasé mal. Aprendí cosas, me permitió darme a conocer en el fútbol profesional. Pero acabó la temporada, con el equipo descendido, y me volví a Guinea. Hasta que me llamó el Teruel para jugar en Segunda B este año pasado.

¿Eso fue un paso atrás?

En categoría sí, pero me permitió jugar casi todos los partidos. Gané mucha confianza con Dani Aso.

Al final de la temporada, desde que trascendió que había fichado por el Real Zaragoza, dejó de ser titular.

No sé si fue por eso. Lo que sí es cierto es que me fui a jugar con la selección a Guinea y volví enfermo. Tuve fiebre, pase unas semanas mal. Y ahí salí del equipo. El entrenador (Dani Aso) habló conmigo y me dijo que no forzase para reaparecer, que no jugase estando mal, que fuera despacio. Yo quería terminar con el Teruel en mejores condiciones de lo que lo hice. Durante esos meses intenté sacarme de la cabeza eso de que había firmado con el Real Zaragoza y que todo el mundo me decía. No quise hablar nunca de eso.

¿Cómo vivió el momento en el que trascendió que había fichado por el Real Zaragoza?

Dije, “¡joder!, aquí empieza todo para mí”. Yo soy una persona trabajadora que siempre ha luchado por poder ser profesional del fútbol. Y este paso es vital para mí. Para esto estoy en España.

Es internacional absoluto con Guinea Ecuatorial. ¿Cuántas veces?

He jugado ya 8 partidos con mi selección. Allí siguen jugando futbolistas conocidos en España como Emilio Nsue; Pedro Obiang, que está en el West Ham; Machín, que está en el Parma, de Italia; Igor Engonga, el hermano pequeño de Vicente… Quienes ya no están son los Zarandona, Benjamín y su hermano. Ayer hablé con el delegado de la Federación. Ya han hecho el sorteo de grupos de la próxima Copa de África. Están planificando todo.

O sea, en los parones de selecciones, usted se irá con su selección con seguridad.

Si me convocan, sí. Ya veremos.

Allí en Guinea, su fichaje por el Real Zaragoza habrá sido algo sonoro.

Sí, es una noticia muy importante. Porque esto, para el fútbol guineano, significa que sus jugadores van creciendo y vamos dando pasos poco a poco hacia delante.

¿Tiene pareja?

Sí, pero está en Guinea, porque trabaja allí. Estoy buscando la forma de que pueda venir a España. Es guineana y quiere volver a estudiar.

Sabe que se baraja la opción de que usted pueda salir cedido en agosto.

No puedo tener en la cabeza todos los días esto, es como si me estuvieran examinando en cada movimiento. Esa preocupación no la quiero tener. Me concentro en el trabajo que me da el míster y entreno al máximo cada día. No pienso en nada más. Mi sueño es quedarme aquí. Creo que puedo ayudar mucho. Me veo capaz de llevar el escudo del Real Zaragoza con responsabilidad. Yo trabajo pensando en que me quedaré.

Su posición es medio centro. ¿Cómo se autodefine?

Puedo aportarle al equipo mi físico, cuando salgo de un campo de fútbol me gusta llegar a casa cansado. Lo doy todo en el campo, hasta el último minuto. Soy el típico medio centro que trabaja y no para.

Ha elegido el dorsal número 4 en esta pretemporada.

Me gustaría tenerlo al final. Me gusta. Está relacionado con mi familia. Somos cuatro hermanos. Uno está en Guinea trabajando. Y los dos pequeños estudian en la universidad, en Camerún.

¿Usted ha estudiado?

Yo estudié Literatura Francesa en Camerún. Mi objetivo, entonces, era hacerme abogado. Pero cuando perdí a mis padres se me fue esa esperanza.

Por lo que cuenta, está viviendo un momento crucial en su vida.

Muy importante. Desde que empecé a jugar al fútbol, yo pienso que estoy enganchando con el trabajo que hicieron mis padres antes de morir, el de formar una familia junto con mis hermanos. Pienso mucho en esto. El fútbol es algo más para mí. Por eso nunca bromeo con él.

El Real Zaragoza es, sin duda alguna, algo bien distinto a todos los lugares donde usted ha estado hasta hoy.

¡Uff!, es un club muy grande. El ambiente es muy profesional. Yo estoy muy feliz. Tengo libertad para hablar con todos, de hacer bromas con todos. La Romareda es un estadio que merece volver ya a Primera División. Yo veo que hay muchos equipos hace años en Primera que no tienen un estadio y una afición como la de aquí. Rezo por que el Real Zaragoza suba ya este año.

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