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Víctor Fernández y Dwamena, el encuentro deseado llega en Boltaña

El delantero ghanés, tras ser presentado por la mañana en Zaragoza, llegó a comer al Pirineo acompañado por Lalo y Barba y conoció personalmente a su ilusionado entrenador en el Hotel Barceló Monasterio de Boltaña.

Raphael Dwamena, en un sofá del atrio del Hotel Barceló Monasterio de Boltaña, nada más llegar a la concentración del Real Zaragoza en el Pirineo Aragonés.
Raphael Dwamena, en un sofá del atrio del Hotel Barceló Monasterio de Boltaña, nada más llegar a la concentración del Real Zaragoza en el Pirineo Aragonés.
Daniel Marzo

Raphael Dwamena, el nuevo ariete del Real Zaragoza, ya ha conocido personalmente a Víctor Fernández. Y viceversa. Tras unos días de idilio deportivo en la distancia, el encuentro entre ambos ha tenido lugar a primera hora de la tarde de este miércoles 17 de julio en el atrio del Hotel Barceló Monasterio de Boltaña. En un sofá de tan bucólico lugar, los dos protagonistas de la jornada zaragocista han charlado brevemente nada más llegar el futbolista a la localidad del Sobrarbe, acompañado por Lalo Arantegui y José Mari Barba, los miembros del área deportiva. 

Dwamena, que fue presentado oficialmente en La Romareda por la mañana, comió con los dos ejecutivos a solas (el equipo lo había hecho mucho tiempo antes) y tomó posesión de su habitación reservada en el cuartel general del equipo hasta el próximo lunes por la tarde. Y, por su puesto, se entrenará por primera vez con sus nuevos colegas blanquillos en el campo de Villaboya a partir de las 19.00

Su número, según el reparto establecido este año al inicio de la pretemporada, será el '11'. Justo el que llevaba en el Zurich, el equipo suizo en el que triunfó hace dos años en la Segunda División helvética (curiosamente fue compañero del exzaragocista Buff) y el que ha lucido también en la selección absoluta de Ghana cuando ha sido titular, en los 7 entorchados que posee con ese combinado de África, uno de los más potentes del continente hace mucho tiempo. 

Sonriente el jugador. Satisfecho el entrenador. El saludo, el encuentro de los dos ya es un hecho. Ahora, toca ponerse a trabajar y a buscar el mejor acomodo para un delantero potente, de 1,88 de estatura, zurdo, con gran zancada que le permite jugar volcado a banda, que va muy bien de cabeza y que, el año pasado en el Levante, pinchó ostensiblemente en su presentación en España. Así que Zaragoza es su segunda oportunidad. El lugar donde mostrar todo lo que lleva dentro y que en Valencia no pudieron ver en los últimos 12 meses. 

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