Enésima lección de ubicación zaragocista de Víctor Fernández

"No quiero engañar absolutamente a nadie durante estas semanas. Creo que vamos a sacar adelante esto, pero lo vamos a sacar con muchas dificultades. Que no le quepa duda a nadie. Pero con bastantes dificultades. El que quiera pensar otras cosas, igual sea que si perdemos ya estamos en la ruina definitiva o, si ganamos, que vamos a jugar la Champions, se equivoca", espetó Víctor Fernández en la mañana de este viernes ante los medios de comunicación en su rueda de prensa previa al fin de semana (no al partido ante el Nástic, que será el lunes).

El entrenador del Real Zaragoza, tras el varapalo de Mallorca hace 4 días que dejó grogui al zaragocismo, resetea y actualiza así su tesis sobre el presente más crudo del equipo, de la entidad, en una recta final de liga llena de riesgos mayúsculos que habrá de sortear de aquí al 9 de junio, cuando la liga concluya. Víctor dejó servida así su enésima lección de ubicación zaragocista para quien quiera oírlo y, lo más difícil, entenderlo. La capacidad de comprensión en los receptores, muchas veces, no está a la altura del emisor. Es ley de vida.

"Somos así en esta ciudad. No hay nada que me sorprenda. Lo que hay que hacer es no perder la calma. Tener siempre dominada la situación, tener todo bajo control. Es lo que le digo a todo el mundo ahí dentro, desde mi experiencia... y porque es así", admitió con resignación Fernández cuando se le citó el grado de decepción y alarmismo que cunde en Zaragoza tras el 3-0 recibido en Mallorca el último día, con una fea imagen del equipo en Son Moix.

Y empezó su rotundo repaso a la materia ya impartida desde su aterrizaje en diciembre para sustituir a Alcaraz, entonces con el equipo 20º y metido de lleno en la zona de descenso. "El primer paso para mejorar la situación es aceptar la realidad. Si aceptamos la realidad, quiere decir que hay capacidad de autocrítica. Y hay que estar al margen de lo externo. Técnicos y jugadores debemos saber lo que hemos hecho bien y mal en cada momento. Si uno tiene esa capacidad de aceptar la realidad y un análisis autocrítico, si uno es serio y riguroso, ya está creciendo", dijo.

"No podemos caer en la tentación de que nos arrastre el pesimismo. Es verdad que las cosas están difíciles... pero me estoy repitiendo desde hace mucho tiempo: esto va a ser así hasta el final", recordó a quienes pierden la noción de la verdad en cuanto pasa una mosca.

"Yo tengo todos los datos. Tengo toda la información. Sé cómo es el equipo. Sé lo que ocurre. Y mi discurso es el mismo desde hace muchísimas semanas... porque lo sé", presumió Víctor Fernández para señalar los cimientos de su parecer.

"Me gustaría decir otro discurso, y asegurar que faltando 9 jornadas ya íbamos a tener el objetivo cumplido y estamos salvados. ¡Qué más quisiera! No lo he dicho porque sé cómo es esto y sé lo que tengo entre manos y cómo estamos. Y, lamentablemente, esto va a ser así hasta el final, hasta muy cerca del final", repicó con martillo y cortafríos, grabando su mensaje en una piedra de granito.

Y, una vez puesta al día la analítica del Real Zaragoza 2018-19, ya a punto de empezar abril e iniciando el esprint final del torneo, Víctor Fernández intentó (a ver si cada vez hay más que lo entienden) explicar la diferencia entre los deseos y la realidad. Entre el interés particular y la tozuda verdad del día a día. Y, sobre todo, pidió sangre fría para evitar la parálisis que provoca el pánico. "Nada nos puede empujar a ir a la deriva, nada nos debe empujar a un fatalismo innecesario. Ni caer en la tentación de autodestruirnos. Esto sería un error gravísimo. Debemos ser conscientes de nuestra realidad. Y, ahora, buscar argumentos para ganar al Nástic... que le vamos a ganar", remató.