real zaragoza

Un Granada que cojea en casa, paradoja del vicelíder

El rival zaragocista, pese a su privilegiada clasificación, 2º y en ascenso directo, ha pinchado en cinco de sus últimos siete partidos en Los Cármenes

Gol ZAR Gran Grippo Ros Pombo
Imagen del Granada-Real Zaragoza de la temporada pasada en Los Cármenes, con victoria local por 2-1 pese a adelantarse el cuadro aragonés con este tanto de Grippo, que celebran Ros y Pombo con él.
José Bretón

De las primeras horas vividas en Granada en la previa al partido de esta tarde en Los Cármenes, el enviado especial de HERALDO DE ARAGÓN extrajo una paradójica sensación: del mismo modo que en Zaragoza se teme y se valora superlativamente el potencial del equipo granadino, segundo en la tabla y en posición de ascenso directo, el mundillo futbolístico de la capital nazarí tiene más miedo que a una tronada a esta visita del Real Zaragoza al Nuevo Los Cármenes. ¿Por qué? ¿Cuál es la razón?

No se trata, aunque también haya algo de eso, del aura de histórico que porta el cuadro zaragocista de manera intrínseca cuando acude a los campos de la Segunda División. Una valoración habitual en casi todos los lugares de España a donde se va cada 15 días pese a que, desde ojos propios, este efecto vinculado a la ‘fama’ y al currículo brillante del casi nonagenario Zaragoza parezca ir desvaneciéndose según pasan los años. Porque ya son seis (va para siete) sin salir del laberinto de Segunda y la mente blanquilla tiende a acomodarse a la plata y se olvida paulatinamente del oro.

El problema serio que ven últimamente en Granada cuando su equipo juega como local es que, singularmente, los de Diego Martínez llevan un tiempo cojeando cuando ejercen ante su público. Están siendo más rentables y contundentes a domicilio que en casa, algo que en la primera vuelta fue a la inversa. Es decir, que esta sensación de ligero vértigo de los granadinistas puede ser un factor que venga hoy a favor de obra del Real Zaragoza, el visitante del coqueto estadio nazarí.

A saber: en Granada tienen muy presente que el equipo rojiblanco no ha ganado en cinco de los últimos siete partidos dirimidos en Los Cármenes. Ojo, porque la patología, de cierta torpeza de los granadinos en su rol de anfitriones, viene desde mitad de noviembre. No es algo reciente sino acumulativo.

Entonces, con un 0-0 entre el Granada y el Numancia, se inició esta fase de titubeos de los andaluces ante su público. A continuación, por Los Cármenes han pasado obteniendo réditos positivos el Sporting de Gijón, que ganó 1-2; también el Albacete, que igualó 1-1; y, recientemente, el Extremadura (0-0) y el Deportivo de La Coruña (ganó 0-1), los dos choques más cercanos en el tiempo jugados en el feudo del barrio del Zaidín. Entremedias, en esta nebulosa granadinista, aquí solo han fracasado el Oviedo (perdió 1-0) y el Elche (lo hizo por (2-1).

En la burbuja futbolística del Granada CF, que anda enormemente ilusionada por el posible y cercano retorno a Primera División tal y como va la liga este año (el año pasado patinaron de mala manera contra pronóstico), existe el lamento de que, si no fuera por estos renglones torcidos en Los Cármenes del último trimestre, ese ascenso directo podría estar muy consolidado vistas las prestaciones del equipo fuera de casa y en términos globales (están a solo un punto del líder, el Osasuna).

Esta es la curiosidad que se encuentra uno al llegar a Granada horas antes de la visita del Real Zaragoza. Uno de los gallitos de la categoría recela de los blanquillos tanto como a la inversa. Una paradoja que, como se ve, tiene su fundamento. Y no es mala cosa para los de Víctor Fernández.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión