Corona y Fran (el jugador, que al entrenador también lo llaman así) son los dos enganches del Almería y el Real Zaragoza en la historia reciente. El rival zaragocista del próximo domingo en La Romareda, que siempre tuvo en sus filas durante los últimos años referentes con pasado blanquillo, no pierde la costumbre en 2019.

Miguel Ángel García Pérez-Roldán, conocido futbolísticamente como Corona, hace poco que colgó las botas, bien entrado ya en los treinta y muchos años, y se pasó a los despachos. Abandonó el traje corto de deporte y las botas de tacos para pasar al escenario de los trajes, corbatas, palcos y negociaciones singulares en torno al macronegocio del fútbol. Corona es el director deportivo de la UD Almería desde el año pasado. O sea, el homólogo de Lalo Arantegui, su similar en el cuadro ejecutivo del Real Zaragoza. 

'Coronita', como se le conocía en los años en los que militó en la plantilla del Real Zaragoza, lució de blanquillo desde 2001 hasta 2006, con una cesión en ese periodo al Polideportivo Ejido, club entonces en Segunda División, también de la provincia de Almería. No llegó nunca a despuntar con fuerza como zaragocista, tras haber venido del Real Madrid con vitola de futuro jugador de primer rango. De hecho, su captación en las categorías base del club merengue por parte de la secretaría técnica zaragocista en la época de Soláns (la ostentaba Pedro Herrera) fue casus belli en su momento, pues hubo algún enfado serio en el seno madridista por aquella operación.

Centrocampista de fino toque, con mucha técnica y poco físico, Corona tuvo siempre enorme competencia en aquellas plantillas de Luis Costa, Chechu Rojo, Marcos Alonso, Paco Flores y Víctor Muñoz. Jugó en Primera, bajó a Segunda, ascendió de nuevo a la élite. En su paso por el Real Zaragoza cuenta con dos trofeos grandes en su palmarés, pues ganó la Copa del Rey de La Cartuja, en Sevilla, al Celta; y también la de Barcelona, en Montjuic, al Real Madrid. Eso sí, solo apareció en las alineaciones en 62 partidos, pocos en tanto tiempo lineal.

Tras un breve paso por el Albacete, nada más partir de Zaragoza al ser desechado por el proyecto del agapitismo napoleónico que nacía en 2006 y que, en el vestuario, tuvo como jefe inicial a Víctor Fernández -reaparecido en el zaragocismo hace dos meses y medio para abanderar el reflotamiento del proyecto abollado de la actualidad-, Corona acabó echando raíces en Almería. Hasta 11 temporadas ha jugado en el cuadro andaluz, con una breve estancia final en Australia que duró menos de lo previsto.

El otro engarce Almería-Zaragoza que puede verse este domingo próximo en La Romareda es el lateral derecho Fran Rodríguez. Singularmente, es otro producto de la cantera del Real Madrid (como Corona) que, desde el Castilla, llegó al Real Zaragoza hace dos temporadas, en la 16-17. Andaluz de Almuñecar (Granada), no tuvo fortuna en su estreno como profesional en el club aragonés, donde jugó en 20 partidos, solo 13 como titular, y fue normalmente suplente de Isaac, ahora en el Majadahonda.

En uno de esos episodios históricos y clásicos en la vida del Real Zaragoza, Fran, en su nuevo club, jugó el año pasado al poco de comenzar la temporada contra el equipo aragonés, en el estadio de Almería, y le marcó un golazo por la escuadra a Cristian Álvarez de los de guardar en una urna. La clásica venganza de los ex, que rige en el Zaragoza desde tiempos muy pretéritos. Ese día, su gol abrió el marcador que acabó siendo de 3-0. Fue la noche del 'fantásticamente' de Natxo González... 

A finales de marzo del curso pasado, Fran se rompió la rodilla de mala manera, con afección ligamentosa y a los dos meniscos. Se perdió el final de la campaña anterior y todo el inicio de la actual. Ha sufrido una rehabilitación costosa de la que, precisamente, acaba de salir en los últimos días. Ya se entrena con normalidad y ha disputado algún partido amistoso entre semana. Si su tocayo Fran Fernández, el entrenador almeriense, así lo desea, Fran podría viajar a Zaragoza.