No empieza el mercado invernal de fichajes en España con el Año Nuevo. En realidad, oficialmente, las ventanillas para ejecutar nuevos fichajes y traspasos de futbolistas se abrirán a las 9.00 del miércoles 2 de enero, primer día lectivo del recién estrenado 2019. La fecha del 1 es feriada, está en rojo en el calendario y nadie trabaja en la Liga de Fútbol Profesional (LFP). En España, el periodo hábil para que los cientos de agentes, representantes, directores deportivos, secretarios técnicos, 'mánagers' generales, presidentes y demás implicados en la faena puedan mover el género abarca hasta las 23.59 del día 31 del presente enero, fecha que cae en jueves.

El Real Zaragoza, por su complicada situación en la clasificación de Segunda División, pretende ser un club visible en este mercado. Con los consabidos problemas económicos que le genera el control salarial y los topes establecidos por la LFP, los ejecutivos zaragocistas están en la obligación de reparar, en la medida de lo posible sus deficiencias de funcionamiento futbolístico, eliminar sus abolladuras en la plantilla que Lalo Arantegui armó en verano y cambiar piezas en busca de mejores prestaciones. El objetivo, como equipo que a falta de dos partidos para concluir la primera vuelta está ubicado en el puesto 17º de la tabla con solo 19 puntos, es restañar el reparto de jugadores y lograr eludir las dificultades colectivas para llegar al final del curso, en junio, sin sobresaltos. De momento, fuera de este marco temporal, el Real Zaragoza ya ha cambiado dos veces de conductor y ha tenido, por lo tanto, tres entrenadores antes de llegar al ecuador de la competición. Ahora el timonel es Víctor Fernández, pero antes lo fueron Lucas Alcaraz y, de inicio, Imanol Idiakez. Además, a consecuencia de la grave lesión de Grippo, el club incorporó a Guitián en un hueco que permite la norma fuera de plazo cuando se dan esas circunstancias médicas.

Van a ser 30 días naturales repletos de conversaciones, tratos, opciones a barajar y decisiones finales a tomar de alta envergadura. El equipo estará en 'boxes', en fase de ajustes, rectificaciones, mejoras y embellecimientos mientras la competición sigue y, en este tramo de elevado nivel de rumorologías y/o certezas que afectarán a diversos futbolistas, se jugará en Gijón (este sábado día 5 ya); en La Romareda ante el Málaga (fin de la primera vuelta, el domingo 13); en Majadahonda (sábado, 19, inicio de la segunda vuelta); y en casa ante el Oviedo (el fin de semana del 26-27).

Como punto de partida, el Real Zaragoza tiene una prioridad en el 'tempo' de actuación en su 'pit lane' particular, en su taller de reparación de enero en la contrameta de la competición: las salidas. No puede fichar con la prisa que pide el momento porque antes ha de hacer huecos en su actual elenco de jugadores. Tiene ocupadas 24 de las 25 fichas profesionales permitidas, todos los dorsales tienen dueño menos el '25'. Además, dos futbolistas más con numeración de filial (P. Biel, con el 26, y Soro, con el 29) están incorporados de facto a la dinámica de la primera plantilla desde julio. Es decir, en el caso del actual Zaragoza, el adagio 'dejen salir antes de entrar' adquiere una condición sine quanon que, al margen de los diversos jugadores que deberán dejar su hueco a los pretendidos fichajes, entremezcla el crucial factor económico en cada una de esas operaciones de puertas giratorias, pues para contratar gente nueva es obligado liberar masa salarial de la que actualmente rige en la plantilla zaragocista.

De momento, en la antesala de la apertura del mercado invernal y a 72 horas de viajar a Gijón para acometer el primer partido del año natural de 2019 -y primero dentro del periodo de fichajes-, no hay novedad en el seno del vestuario del Real Zaragoza. Todo está por venir, por suceder, por acordar.