Vuelta a Riazor cinco años después

El Real Zaragoza jugará este domingo en La Coruña, lugar de grandes duelos en Primera y en Europa contra el Dépor, que no pisa desde la liga 13-14, nada más descender a Segunda.

Leo Franco sale ante Borja Bastón (perseguido por Paredes), en una acción de ataque del Deportivo de La Coruña en Riazor, en la última visita del Real Zaragoza al estadio gallego, en octubre de 2013.
Leo Franco sale ante Borja Bastón (perseguido por Paredes), en una acción de ataque del Deportivo de La Coruña en Riazor, en la última visita del Real Zaragoza al estadio gallego, en octubre de 2013.
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Deportivo de La Coruña-Real Zaragoza, es el cartel de fútbol este próximo fin de semana en la ciudad gallega. Hace 5 años y 2 meses que no se veía tal cosa en el histórico estadio de Riazor, junto al Atlántico. Ha pasado más de un lustro sin que deportivistas y zaragocistas coincidieran en una competición. Fue en la liga 2013-14, la primera en Segunda División de los aragoneses tras su último descenso. Ahí, en el infierno de plata, se encontraron ese año con los gallegos, que se habían precipitado por el hueco del ascensor 12 meses antes. Y, en el largo periodo que ya abarca la estancia zaragocista en Segunda, ya nunca más se vieron las caras pues aquel año el Dépor logró el ascenso y, hasta el último mes de junio, militó en la máxima categoría, sin intersección por lo tanto con el Real Zaragoza moderno.

Aquel último precedente se disputó un domingo por la mañana, a las 12.00, en aquellas transmisiones históricas del Canal +. Era el 20 de octubre de 2013. Y ambos equipos, laureados muy recientemente y sufriendo los avatares de Segunda en aquellos difíciles momentos, empataron, 1-1. Marcó primero el Real Zaragoza, por medio de Víctor Rodríguez a falta de tan solo 11 minutos para el final. Pero, aquel 0-1 que parecía definitivo a favor de los blanquillos, se esfumó ya con el tiempo cumplido con un gol a puerta vacía de Borja Bastón, que luego sería delantero zaragocista tiempo después, tras una falta lejana lanzada al palo por Culio (otro que vendría por La Romareda, con otro tenor que Bastón).

Era la primera vuelta de aquella liga en la que Paco Herrera, entrenador zaragocista, aún no había empezado a experimentar la presión y el juego sucio de Jesús García Pitarch respecto del plan deportivo del entrenador catalano-extremeño de meter al Zaragoza en lo más alto de la tabla (lo tuvo 3º tres meses después, tras ganar el 25 de enero en Miranda). Por parte blanquilla jugaron ese día Leo Franco; Cortés, Álvaro González, Paredes, Abraham; Movilla, José Mari; Víctor Rodríguez, Barkero, Montañés; y Henríquez. Después también entrarían desde el banquillo Cidoncha, Tarsi y Laguardia. Otros suplentes fueron Alcolea, Fernández, Ortí y Roger. 

En frente, el Deportivo, entrenado por Fernando Vázquez, formó con Lux; Laure, Insua, Wilk, Luisinho; Juan Domínguez, Bergantiños; Rudy, Culio, Arizmendi; y Borja Bastón. También participaron Núñez, Luis Fernández y Manuel Pablo. El árbitro fue el balear Sureda Cuenca, desaparecido de la élite hace mucho tiempo. En el once gallego, en la mirada restrospectiva, llama la atención la presencia de jugadores que después pasaron por Zaragoza, los referidos Borja Bastón y Culio, además del polaco Wilk. O la de Arizmendi, que lo había hecho poco tiempo antes. También se aprecia a otros que han recalado en el Huesca, vía Petón (Bahía Internacional), como Luisinho, Insua, Luis Fernández o, antes de su paso zaragocista, el propio Borja Bastón. Y, de los que ahora siguen en activo, asoma la figura de Laure, lateral derecho del reciente líder, Alcorcón; o la de Juan Domínguez, baluarte del Reus que puede descender en los despachos en breves horas.

Aquel Deportivo-Real Zaragoza sería el último hasta el que aguarda este domingo, 16 de diciembre de 2018, en el mismo coliseo deportivo coruñés. En estos 5 años han pasado miles de cosas en ambos lugares, algunas con vínculos poco agradables entre ambos clubes, como el aún vivo 'caso Levante', el del presunto amaño del partido final de liga del Real Zaragoza ante los levantinistas en 2011, con la victoria aragonesa por 1-2 que significó su salvación y que, al tener al Dépor como equipo descendido a Segunda en esos momentos, derivó en que su presidente entonces, Augusto César Lendoiro, se personase como acusación particular del investigado fraude, iniciativa que persiste activada.

El Deportivo volvió enseguida a Primera y ahí vivió, mal que bien, en el último quinquenio hasta que se volvió a despeñar a Segunda el pasado verano. El Real Zaragoza, por su parte, cayó atrapado en las venenosas redes de la serie B española por aquellas fechas y hasta hoy no ha encontrado el modo de salir de ellas. El salto de 2013 a 2018 vuelve a juntar a gallegos y aragoneses en la misma liga, en la de Segunda. Y ahí, en Riazor, a los veteranos les vendrán a la mente grandes episodios ligueros, de Copa del Rey y también de Recopa (con el Zaragoza campeón de París, el año siguiente hubo un enfrentamiento entre españoles, deportivistas y zaragocistas, que ganaron los coruñeses en los octavos de final). Batallas de alto nivel con los Djalminha, Bebeto, Rivaldo, Mauro Silva, Donato, Flavio Conceiçao, Molina, Julio Salinas, Manjarín, Claudio, Fran, Valerón y demás estrellas internacionales del 'Súper Dépor' de los 90 y del principio del siglo XXI y los Pardeza, Higuera, Esnáider, Nayim, Aragón, Belsué, Morientes, Dani, Villa, Cani... y tantos otros primeros espadas de los últimos grandes 'Zaragozas' que existieron.

Cuando el Real Zaragoza llegó por primera y última vez a una última jornada con opciones de ser campeón de liga, en 2000... fue la liga que ganó el Deportivo. El equipo zaragozano perdió 2-1 en Valencia, mientras que los gallegos derrotaron al Espanyol en Riazor y alcanzaron el cielo. Es un choque que, por su propia historia reciente, induce a la lágrima, a la melancolía. 

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