El Real Zaragoza no da la talla en Alcorcón y cae con claridad por 2-0

Tras una primera parte de control defensivo, un penalti abrió la victoria del líder madrileño y deja a los aragoneses en el fondo de la clasificación.

Partido Alcorcón - Real Zaragoza
Partido Alcorcón - Real Zaragoza
Enrique Cidoncha

El Real Zaragoza no le hizo cosquillas al primer clasificado de la Segunda División, el Alcorcón. Tras un arranque de partido donde los de Alcaraz se arroparon bien en defensa para aguantar el empate inicial hasta el intermedio, el partido se les fue de las manos al poco de iniciarse el segundo tiempo en un error que provocó un penalti con el que se adelantaron los madrileños. Y, a partir de ahí, no hubo argumentos ofensivos del bloque zaragocista, que encajó el 2-0 definitivo cuando el choque ya concluía. El tanteador da muestras de la diferencia actual de unos y otros. La clasificación se vuelve a complicar sobremanera para los blanquillos, que prosiguen dentro de una larga espiral de derrotas y malos resultados pese al maquillaje puntual obtenido en las dos ultimas jornadas previas a esta visita a Madrid.

La primera parte resultó fea, espesa, sin fútbol de calidad en ningún bando. El cuadro alcorconense tuvo mucho más la posesión del balón, porque el Real Zaragoza se lo dio para esperar replegado con su defensa de cinco hombres y los tres centrocampistas muy aculados junto a la línea de atrás, pero los madrileños no lograron concluir con ocasiones de gol claras ninguna de sus incursiones, que volcaron principalmente por su banda derecha, la de Sangalli y el lateral largo Laure, que dieron mucho trabajo a Nieto, el lateral zurdo aragonés. Por su parte, los zaragocistas, apenas pisaron el área local con algún peligro, pues jamás encontraron combinaciones con las que aproximar la pelota cerca del inédito portero Lizoain.

En medio de ese juego grumoso, demasiado lento y previsible la mayor parte del tiempo, el rigor defensivo de los tomates (el Zaragoza vistió de rojo sin motivo claro que lo exigiera ante los amarillos de Alcorcón) fue creciendo en seguridad con el paso de los minutos. Por alto, Perone y Álex Muñoz, la gran novedad atrás en el once inicial de Alcaraz, lo sacaron casi todo con solvencia. Con el discurrir de los minutos, fue destilando la sensación de que el equipo zaragozano tenía bien atado al líder en el pequeño campo de Santo Domingo. No sufrió en exceso, y eso fue una buena noticia viniendo de partidos, los precedentes, donde la zaga de Alcaraz fue una verbena.

El primer disparo a puerta del choque lo puso el Zaragoza, con una volea de Pombo desde 30 metros que se marchó fuera por poco en el minuto 2. No habría más por parte rojilla en toda la primera parte. La réplica del Alcorcón tardó en llegar y sería en el minuto 17 cuando Galán, también desde fuera del área, probó fortuna en carrera, pero su chut lo detuvo bien Cristian Álvarez (con uniforme blanco) en el centro del marco. En el toque y toque constante de los locales, con Dorca, Eddy Silvestre y Sangalli como conductores de todas las jugadas en su origen, llegó la jugada polémica de ese primer acto: un posible penalti de Nieto en el minuto 24, por zancadilla al referido Sangalli en un regate en el área que el árbitro, el vasco Sagués Oscoz, no consideró así entre las protestas masivas de los locales.

Poco después, en el minuto 32 en el área alfarera, a la salida de un córner forzado por Pombo, también hubo una acción en la que el juez del partido pudo pitar la pena máxima a favor del Real Zaragoza, pues Delmás fue agarrado con continuidad por su marcador y derribado cuando buscaba el remate. Eso se protestó menos, pero ahí quedó la jugada para la revisión inútil del vídeo. Fue la única jugada de desahogo de los zaragocistas, demasiado metidos en su cueva, con la misión de mantener la portería inmaculada como mandamiento primero del día.

En el minuto 43, ya en la recta final de la primera fase, Álvaro Peña entró en el área, lanzó un centro-chut cerrado que se paseó por el área pequeña sin encontrar rematador, por fortuna para los zaragocistas. Y, como colofón, en el 45, otra jugada para el inexistente VAR en Segunda: una penetración del exzaragocista Juan Muñoz, que acabó en gol en el mano a mano ante Cristian Álvarez, que fue anulada por el linier por considerar fuera de juego en el arranque, circunstancia que no pareció así ni en el campo ni en las repeticiones televisivas.

El resumen de los 45 minutos iniciales era corto y nítido: el Zaragoza defendió con orden, sin fisuras graves, pero renunció por completo al ataque, sin hallar en ningún momento apoyos a los aislados Pombo y Vázquez. En la media, ni Eguaras, ni Igbekeme ni el atribulado Biel esgrimieron un gramo de fútbol en sus botas. En frente, el líder Alcorcón dio lo de siempre en su estadio: lucha constante, insistencia en las percusiones sobre la zaga visitante, pero esta vez sin tino en el remate por parte de nadie en los centros y pases que filtraron al área aragonesa. El 0-0 definía bien la escasez de ideas vista sobre el buen césped de Santo Domingo.

En la reanudación, Alcaraz dejó en la ducha al rebasado Nieto, que además había visto tarjeta amarilla, y metió a Lasure para taponar el carril por donde llegó todo el peligro local en la primera mitad. El Zaragoza salió más activado, con un par de llegadas al área prometedoras… pero sin ninguna brillantez en el remate de Igbekeme (la mandó a Móstoles) y sin clarividencia en el pase último. Fue un espejismo, como tantas otras veces. En un abrir y cerrar de ojos el Alcorcón generó una ocasión clara de gol, que salvó Perone en la raya, con Cristian Álvarez superado en vaselina por Juan Muñoz en el minuto 51, y, seguidamente, logró abrir el marcador con un tanto de penalti en el 55 tras un derribo de Lasure a Galán. El central argentino Esteban Burgos, duro, por alto y por el centro, superó al portero zaragocista. Todo lo bueno del primer tiempo ya se había ido al limbo. Y tocaba remar un día más contra corriente, ante un adversario casi inexpugnable en tales coordenadas.

El gol dolió a los tomates, que intentaron reaccionar rápidamente. Álvaro Vázquez, en una falta lejana, probó suerte, raso y con potencia, pero el balón se marchó fuera junto al palo derecho de Lizoain en el minuto 61. Los madrileños, sabedores entonces de su continuidad como líderes en solitario, dieron su clásico paso atrás y comenzó su especulación del marcador favorable. Algo que viene escrito en su prospecto. En negrita y con resalte.

En una salida a la contra del cuadro local, Juan Muñoz estuvo en un tris de sentenciar el partido con el 2-0, pero su disparo en el área con todo a favor lo rechazó Cristian Álvarez en el minuto 68. El Zaragoza empezaba a dar síntomas de nervios y descontrol a causa del tanto amarillo. Alcaraz movió otra ficha, a la desesperada ya. Quitó un central, Álex Muñoz, y metió un delantero, Gual. El dibujo 5-3-2 se rompió para ser un 4-4-2 en rombo, lo de siempre. El único efecto que surgió de esa vuelta de tuerca fue un remate forzado de Delmás, con la cabeza, a la salida de un córner en el 76, que se marchó alto y sin peligro. Enseguida, el técnico andaluz metió a Soro por Pombo, quemando así todos sus cartuchos.

No dieron resultado, a ciencia cierta. El equipo zaragocista navegaba en la improvisación atacante, sin un estilo definido. A lo que saliera. Nunca hubo un pase bueno, ni una jugada ligada con cierto sentido. Las faltas empezaron a proliferar en la zona media, pues el Alcorcón en maestro en romper partidos así cuando llega el momento de la verdad. Con la incorporación de Mayoral y Toribio, el entrenador local metió músculo y eso sí que quedó patente con celeridad en la trama del duelo. Veteranía, la madrileña, frente a la inconsistencia zaragozana, dieron forma a los últimos minutos del choque, para desesperación de los aragoneses.

Y lo que ocurrió fue todo lo contrario. El Alcorcón mató al Zaragoza con el segundo tanto en un mano a mano del veterano Jonathan Pereira en un contragolpe en el 86. El pequeño punta batió entre las piernas a Cristian Álvarez y el cuento se acabó. De mala manera, como se olía hacía rato. El líder era más líder y el equipo de Alcaraz se quedaba en puntuación de descenso una vez más, solo asido a la 18ª plaza por aquello del ‘golaverage’ con el Elche. El partido le vino grande a los zaragocistas. En toda su extensión y en todas las facetas del juego. La crisis sigue activa y los dos partidos anteriores puntuando, ante Nástic y Mallorca, son ya una isla en el calvario que vive el equipo blanquillo desde octubre.

Ficha Técnica

AD Alcorcón: Raúl Lizoain; Laure, Esteban Burgos, David Fernández, Bellvís; Dorca, Eddy Silvestre; Sangalli, Álvaro Peña (Toribio, 80), Galán (Mayoral, 75); y Juan Muñoz (Jonathan Pereira, 75).

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Benito, Delmás, Álex Muñoz (M. Gual, 69), Perone, Nieto (Lasure, 46); Eguaras, Igbekeme, Pep Biel; Pombo (Soro, 77) y Álvaro Vázquez.

Árbitro: Sagués Oscoz (Comité Vasco). Amonestó a Dorca (21), Nieto (38), Laure (60), Mayoral (81) y Delmás (82).

Goles: 1-0, min. 55: Esteban Burgos, de penalti. 2-0, min. 86: Jonathan Pereira.

Incidencias: Noche fría al sur de Madrid, con 9 grados, viento molesto y lluvia. El césped del pequeño campo de Santo Domingo presentó unas perfectas condiciones. En las gradas, alrededor de 2.800 espectadores.

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