Delmás y Benito, por fin juntos

El traslado al centro del joven canterano propició la reunión de los dos laterales ante el Mallorca

Julián Delmás vigila a Pedraza.
Delmás y Benito, por fin juntos
Oliver Duch

Pocos puestos tan bien cubiertos en el Real Zaragoza como el lateral derecho. El consolidado Alberto Benito y el prometedor Julián Delmás constituyen dos de los valores más estables del conjunto aragonés. La riqueza de esta demarcación concreta lleva en su vientre un inconveniente: solo puede jugar uno de ellos como lateral derecho, con la sensible merma que esto supone, pues los dos están censados entre los mejores jugadores de la nómina zaragocista. La disyuntiva Benito o Delmás, Delmás o Benito, ha gravitado sobre el equipo del león rampante en las dos últimas temporadas, igual el curso pasado con Natxo González que el actual con Imanol Idiakez y Lucas Alcaraz. El pasado sábado resolvió la encrucijada Lucas Alcaraz, que por fin alineó a los dos laterales derechos en una misma línea defensiva. El traslado de Delmás de lateral derecho a central derecho propició una conjunción que convendría que no quedara en anécdota. Porque la reunión de Julián Delmás y Alberto Benito hace mejor a la defensa zaragocista, hace mejor al Real Zaragoza.

Hay secretarios técnicos y entrenadores que prefieren doblar los puestos en las plantillas. El deseo suele ser satisfecho en los clubes que cuentan con pulmón económico suficiente para contratar a 22 jugadores contrastados. El Real Zaragoza, dentro de una economía resfriada por el límite salarial impuesto por la Liga de Fútbol Profesional (LFP), ha completado dos plantillas equilibradas en las dos últimas temporadas. Pese a sus carencias, hay puestos convenientemente robustecidos. El más evidente se ubica en el lateral derecho. Llegados aquí, se genera una alternativa perversa, al tener que prescindir de uno de los futbolistas de mayor rendimiento del conjunto al coincidir con otro que se desenvuelve en la misma demarcación.

Tampoco el esquema ayudó demasiado a hacer compatibles a dos hombres necesarios en el Real Zaragoza. El corsé del sistema de juego 1-4-4-2, el del sainete del rombo en el medio, establecía jugar con una defensa de cuatro, es decir, con un único lateral derecho. El nuevo ‘look’ de Lucas Alcaraz desde la visita a Tarragona, esa estructura táctica 1-5-3-2, con tres centrales y dos carrileros, sí da cabida a Delmás y Benito, como pudimos ver ante el Mallorca. En un principio, fueron Perone, Verdasca y el chaval Carlos Nieto los jugadores que desarrollaron esa función en el centro de la defensa. El relevo del desacertado Verdasca en el descanso coadyuvó a lograr que Delmás y Benito se juntaran sobre el césped.

Benito había venido siendo el lateral derecho titular. Su expulsión ante el Granada, con una segunda amonestación impropia de su categoría y experiencia futbolísticas, elevó al estatus de titular a Delmás, que ante el Mallorca compareció en el once inicial como lateral. Fue tras el descanso cuando apareció Benito, que relevó a un Verdasca que en vez de defensa a veces ejerce de acusación... Con los dos sobre el prado, Benito pasó a ocupar el lateral derecho, y Delmás la zona central derecha en la defensa de tres. Un carrilero de largo recorrido que es uno de los mejores peloteros del Zaragoza, y un defensa central que debe jugar todos los días en el Zaragoza. Porque hay pocos como Benito en el Zaragoza. Y porque hay muy pocos que sientan la camiseta del Zaragoza como Delmás.

No solo por ellos (James Igbekeme, Marc Gual, Jorge Pombo...), pero el Zaragoza fue mejor en la segunda mitad. Del 0-2 se pasó al 2-2 y al Mallorca le sobraron motivos para celebrar el punto rascado. Se halló un punto currado de verdad ante los bermellones, y también se halló una sociedad que hace más competitivo al Zaragoza, la que apadrinan Julián Delmás y Alberto Benito, dos titulares del Real Zaragoza que nunca habían compartido titularidad en el Real Zaragoza.

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