Nieto, central zurdo en defensa de cinco, el invento insólito de Alcaraz

El nuevo entrenador del Real Zaragoza, que apostó por el aragonés antes que por el especialista Álex Muñoz, lo ubicó en una posición inusual, pese a la condición de comodín multiusos del canterano.

Nieto se adelanta a Luis Suárez en el partido del lunes en Tarragona.
Nieto se adelanta a Luis Suárez en el partido del lunes en Tarragona.
Van der Meulen

Carlos Nieto, en posición de defensa central zurdo en una línea de tres zagueros con dos laterales largos (cinco defensores, por lo tanto), fue el invento insólito que se sacó de la manga en Tarragona Lucas Alcaraz este lunes por la noche en la 13ª jornada de liga. El jugador aragonés, que ascendió al primer equipo este pasado verano con la vitola de 'comodín multiusos' por su trayectoria -larga- en el filial, el RZD Aragón, en las últimas 4 temporadas, fue la más sonora sorpresa en el revolucionado once inicial de Alcaraz en el Nou Estadi, a la desesperada, para intentar volver al camino de las victorias tras más de 2 meses, 8 partidos seguidos, sin catar un triunfo y cayendo así a la cola de la clasificación, a puestos de descenso.

Nieto comenzó su etapa pos juvenil en la posición que se puede considerar matriz en su formación: lateral izquierdo en una defensa ordinaria de cuatro piezas. Ahí llegó a debutar incluso en el primer equipo con 18 años, hace cuatro campañas de forma esporádica, ante el Sabadell, con Víctor Muñoz dando sus últimos pasos en el banquillo zaragocista. Con el discurrir del tiempo, el '17' fue ocupando, en diversos momentos, los puestos de interior-extremo zurdo y también en la banda opuesta, la derecha, lo mismo que ocurrió puntualmente en su rol de defensa lateral, donde también se alineó por la banda diestra. Asimismo, hubo entrenadores que llevaron a Nieto al medio campo, al eje, en un doble pivote; tanto con prevalencia defensiva como, por momentos, con despliegue hacia el área rival. Y, ya con el rombo instaurado en el seno del club, Nieto ha ocupado el vértice izquierdo en esa zona de volantes con total naturalidad.

La versatilidad táctica de Nieto fue, en la decisión no planificada al inicio del verano y luego sí consumada por Lalo Arantegui sobre este jugador, un valor clave para que el zaragozano diera el salto del filial a la primera plantilla. Es un tipo versátil, de fácil adaptación a papeles diferentes. Un jugador disciplinado, que asimila bien los mandatos técnicos, que no cruje cuando se le piden cosas diversificadas. Su cerebro lee bien el fútbol, asume sin chispazos lo multidisciplinar de las tácticas. Y, tal vez por esta condición (una virtud tremenda en los tiempos modernos), Alcaraz pensó en apostar por Nieto como central zurdo en la línea de cinco zagueros que puso en Tarragona este lunes.

Verdasca ocupó la calle derecha. Perone, la central. Y Nieto la izquierda. Con Delmás como lateral diestro y Lasure en la banda zurda, ambos pegados a las rayas. Esa fue la composición de la retaguardia en Tarragona. Nieto, por lo tanto, adelantó por el arcén a Álex Muñoz, titular al inicio de temporada y uno de los fichajes estrella del pasado mercado estival por parte de Lalo Arantegui. Ante la seria mutación táctica del equipo que Alcaraz decidió llevar a cabo en el Nou Estadi, Nieto le ofreció más prestaciones a priori que Álex Muñoz. Un curioso efecto en el orden de preferencias, pues el alicantino es un especialista.

De decisiones así, al libre albedrío de los entrenadores, a veces surgen nuevos caminos para los futbolistas jóvenes. Algunos, por la relevancia de los protagonistas o por la cercanía a la vida zaragocista, vienen a mano ahora. En su día, Sergio Ramos, hoy uno de los mejores centrales del mundo, era lateral derecho, tanto en el Sevilla, como en el Real Madrid o en la España que ganó la primera Eurocopa con Luis Aragonés. A alguien se le ocurrió un buen día que lo suyo podía ser el papel de central. O Jordi Alba, en sus años jóvenes en el Nástic –ahí jugó contra el Zaragoza en Segunda–, era un extremo zurdo que jugaba con el 11... hasta que alguien vio en él un defensa lateral largo, de proyección mundial. Más atrás en el tiempo, Beenhakker adivinó en el centrocampista organizador, llegador y goleador que era Señor un sobresaliente defensa lateral carrilero, bien por la derecha, bien por la izquierda. Y ahí jugó un centenar de partidos, porque también el seleccionador español, Miguel Muñoz, se aprovechó de ese invento del holandés en días concretos. También fue notoria más tarde la adaptación de Lizarralde, en el equipo campeón de los años noventa, desde el centro del campo, donde era un cierre defensivo cuando vino de Bilbao, a cualquiera de los dos laterales de la zaga. Otros canteranos como Nieto, casos de García Sanjuán o, después, Chus Herrero o Goni, también pulularon a modo de comodines por la media y los distintos puestos de la zaga, centrales o laterales.

Ejemplos de pruebas de este tipo que, en su primer día, sonaron raras y causaron sorpresa mayúscula para acabar desembocando en decisiones exitosas de los entrenadores de turno, hay numerosas en todo equipo y categoría. Nada de eso se puede adivinar ahora respecto del caso de Nieto en Tarragona. Pero, de momento, ahí queda para las rarezas que un buen día los entrenadores pusieron en danza en busca de Eldorado. El tiempo dirá si es un experimento o termina con cuajo.

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