Zapater pone la mira en Reus

El capitán del Real Zaragoza se entrenó ayer con el grupo después de 38 días por lesión.

Alberto Zapater lidera el grupo de trote en el entrenamiento matinal de ayer.
Alberto Zapater lidera el grupo de trote en el entrenamiento matinal de ayer.
Raquel Labodía

El capitán del Real Zaragoza, Alberto Zapater, regresó en la mañana de ayer a un entrenamiento con el grupo después de caer lesionado el sábado 14 de julio junto a Giorgi Papunashvili, dos días antes de poner rumbo a Boltaña en el inicio de la pretemporada.

En total, han sido 38 días de recuperación y de puesta a punto para curar una rotura de fibras en el cuádriceps del muslo izquierdo. La previsión y los plazos de su vuelta a la dinámica siempre fueron más una incógnita que una certeza. Una ausencia que, junto a las bajas de Guti y Eguaras, los mediocentros titulares de la temporada pasada, han mermado el ritmo de la medular este último mes y medio.

El equipo de Imanol Idiakez volvió a la Ciudad Deportiva ayer después del triunfo cosechado el domingo ante el Rayo Majadahonda. Una sesión más suave de lo normal, ya que los futbolistas que fueron titulares en la primera jornada de liga llevaron a cabo un trabajo específico de recuperación.

El resto de la plantilla entrenó con normalidad, ejercicios a los que se apuntó Zapater, que, si no surge ningún contratiempo, está previsto que viaje a Reus el próximo sábado aunque no parta de inicio. La idea es que el aragonés vaya sumando minutos poco a poco para que vaya cogiendo ritmo, tonifique su estado físico y se vaya adaptando al césped con prudencia, sin prisa.

Pero sin pausa. Y es que el centro del campo anda escueto de activos. Verdasca continúa actuando de pivote defensivo ante la baja de un especialista en esa demarcación como Íñigo Eguaras. La vuelta del navarro, afectado por una dolencia de pubis, está todavía en el aire y no se le espera a corto plazo, ya que se trata de una lesión impredecible como la de su compañero de batallas Raúl Guti. Las condiciones de Zapater también pueden adaptarse a esa zona por delante de la defensa, así que Idiakez ganará otra variable más para cubrir la ausencia del mencionado Eguaras.

Por otro lado, a un costado del rombo, posición de interior donde Zapater desempeñó la mayor parte de su trabajo el curso pasado, los titulares del domingo fueron Javi Ros y James Igbekeme, ambos futbolistas muy destacados durante la pretemporada y que no defraudaron en el estreno en competición liguera. Cada uno con sus virtudes, los dos se han ganado el derecho a formar parte de las alineaciones iniciales.

Sin embargo, de los jugadores reservas que esperaron su turno en el banquillo, tan solo el canterano Carlos Nieto podía relevar a alguno de los anteriores con garantías –aunque bien es cierto que Alberto Soro, mediapunta, también puede cubrir esa zona del campo–. De hecho, Nieto fue introducido por Idiakez en el minuto 77 en sustitución del luso Verdasca, uniéndose así a Ros e Igbekeme en el centro del campo en la recta final del partido. Minutos donde el técnico vasco buscó acumular gente por dentro para equilibrar la bandada ofensiva que puso en marcha el Rayo Majadahonda, que logró marcar en el minuto 85 y puso en aprietos a su rival.

En todo caso, la vuelta de Zapater es una gran noticia, impacientemente esperada. El club aseguró ayer en una nota que "su reaparición está cada vez más cerca", ya que, en un principio, formará parte de la primera salida de la temporada 2018-2019, que tendrá como objetivo asaltar el Camp Nou de Reus el sábado a las 19.00.

La participación de Zapater en la segunda jornada de liga es más que probable. A él, desde luego, ganas no le faltan de volver a sentirse partícipe sobre el terreno de juego. La importancia del zaragozano dentro del campo es un punto extra tanto en motivación como en intensidad y recorrido. También lo es en la grada, donde el "Zapater te quiero" forma parte del repertorio habitual de cánticos zaragocistas.

La afición lo valora por su cercanía, su sensatez, compuesta y gestos como el que tuvo el domingo en la previa. El capitán del Real Zaragoza, junto a su familia, se sumó al recibimiento que la marea blanquilla dedicó a la llegada del autobús de su equipo. Con la ilusión de un niño, el canterano ya mira a Reus.

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