Entre casi la mitad de la Primera División no acumulan más de 80 años en la élite
Al margen de los históricos Real Madrid, Barça, Atlético, Valencia, Athletic, Sevilla, Real Sociedad, Betis, Español y Celta, los otros 9 están muy lejos del currículum de la mayoría de Segunda.
Once de los 20 equipos que compondrán el año venidero la Primera División tienen rango de clásicos. Ahí, en ese estatus, computan los 8 primeros clasificados en la tabla histórica del fútbol español: Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Valencia, Athletic de Bilbao, Sevilla, Espanyol y Real Sociedad. También el Betis (10º), el Celta (12º) y Valladolid (13º). Estos 11 son los que acrecitan más de 40 temporadas, cada uno de ellos, en la élite española.
Madrid, Barça y Athtletic, con 87 campañas, son los 3 que jamás han descendido y siempre han estado en lo más alto. El Valencia y el Espanyol jugaron en Primera 83 cursos. El Atlético, 81. El Sevilla, 74. La Real Sociedad, 71. El Betis y el Celta, 52. El Valladolid, 42. Entre ellos, del 'top 13' histórico solo faltan el Real Zaragoza (9º, con 58 campañas en la cumbre) y el Deportivo de La Coruña (11º, con 46), que disputarán la liga de Segunda.
Y quedan otros 9 equipos para completar el repertorio de la Primera División de España en el torneo próximo, el 2018-19. Ninguno de ellos alcanza la veintena de presencias entre los máximos representantes del balompié hispano desde que la liga arrancó en la temporada 1928-29.
El Villarreal suma 18 años en Primera. El Rayo Vallecano, 17. El Getafe y el Alavés, 13. El Levante, 12. El Eibar, 4. El Leganés, 2. Con una está el Girona. Y el Huesca, recién ascendido, nunca pisó la élite y debutará en agosto en ella.
En total, entre estos 9 clubes, suman únicamente 80 ligas en Primera. Cotejando el dato con lo que llevan en su pasaporte histórico buena parte de los equipos que jugarán en Segunda, 240 campeonatos acumulados en el nivel superior, se dibuja la verdadera situación del presente del fútbol español en 2018, realmente atípica y llamativa a más no poder.
El devenir de los acontecimientos, unos de índole deportiva y otros muchos de dispares motivaciones como las cuestiones de control financiero, deudas pretéritas y dificultades societarias, han echo volcar y dar vueltas de campana últimamente a muchos de esos clubes de siempre que se han salido del carril. Y, en contraposición, han sido otros de un perfil radicalmente inverso, sin pedigrí entre los grandes, modestos de matriz, sin la estela ni la vitola de ser (o poder llegar a serlo por cuestiones demográficas) equipos de hondo calado en un futuro concreto, pero limpios de cortapisas económicas y con el camino despejado en ese flanco, quienes han terminado accediendo a Primera en pelotón.
Nunca como en estos momentos el fútbol español presentó un panorama tan desigual, tan contra natura en muchos parámetros evaluativos en la competición, tanto en Primera como en Segunda División.
