El Real Zaragoza extrae un punto en Reus

Toquero adelantó a los aragoneses en la primera parte tras un jugadón de Verdasca, pero Lekic empató justo tras el descanso. El punto es poco botín para las necesidades aragonesas.

Reus-Real Zaragoza
Reus-Real Zaragoza
Tjerk van der Meulen

Empate a uno en Reus. El Real Zaragoza, que se adelantó en el marcador en la primera fase del partido en el Camp Nou reusense, no supo aguantar esa excelente renta, que quedó diluida en la primera jugada del segundo tiempo sin que los de Natxo González mostraran capacidad de reacción en el tramo final del duelo. Fue un partido de baja calidad futbolística, igualado y basado en la pelea posicional más que en la combinación. De lo que en el intermedio parecía el inicio de una nueva noche de alegría acabó derivando en un 1-1 que supo a poco, que se quedó escaso para la presión que la clasificación imprime a los zaragocistas en su lucha por meterse en los puestos de promoción de ascenso.

Como se preveía y estaba cantado por el perfil del Reus en su campo, el encuentro arrancó con un largo periodo de tanteo, de equilibrio total, con infinidad de balones jugados en la zona medular de ambos equipos y sin demasiadas llegadas al área. Así transcurrieron los primeros 20 minutos, con algo más de iniciativa local porque el Real Zaragoza no lograba hilvanar bien sus combinaciones a causa de la mala noche que tuvo Eguaras y el poco apoyo recibido en esa faceta por parte de Ros y Guti. Un cabezazo de Lekic en un córner en el minuto 5 y un doble remate con el pie de Mikel González tras una falta volcada al área reusense en el 11 fueron los primeros amagos ofensivos de ambas escuadras en ese tramo feo.

En ese minuto 20 surgió la jugada que decantó el marcador hacia el lado zaragozano. Verdasca fue su protagonista, su generador. El central portugués salió de zona con una resolución sorprendente. Le hicieron pasillo los rojinegros, nadie le salió al cruce, comenzó a avanzar metros y a ganar velocidad en vertical hasta que se plantó en la frontal del área tarraconense. Allí hizo la pared con Borja Iglesias y se presentó ante el portero Badía. El disparo de Verdasca se fue al palo derecho y Toquero, atento al rebote, marcó a puerta vacía un tanto de oro que celebró Verdasca como suyo. No le faltaban razones al luso para ello. El 0-1, algo siempre atípico para los visitantes en el pequeño estadio del Reus, asentó a los zaragocistas en el juego y de ahí al descanso los de Natxo (sancionado, en el palco) aplicaron la pausa y el control del balón como pauta rigurosa con éxito.

Un error de Eguaras en la salida de atrás pudo propiciar enseguida el empate, pues en el minuto 22 Juan Domínguez le robó el balón y remató con intención para que Cristian Álvarez hiciera la primera intervención de mérito de la noche. Un minuto más tarde, Borja Iglesias rozó el 0-2 en una penetración en el área que culminó con un chut duro y cruzado que Badía rechazó con muchos apuros para salvar el problema. Fueron los coletazos inmediatos del alboroto que provocó el tanto blanquillo. El último cuarto de hora del primer tiempo se desarrolló con un fútbol mucho más controlado por parte del Zaragoza, sin apenas llegar arriba, pertrechados en dos líneas defensivas bastante marcadas cerca del área de Álvarez.

Carbia, primero, y Yoda después, estuvieron cerca de la igualada en sendas jugadas aisladas en el área visitante, fruto de las percusiones constantes del Reus por la banda derecha del cuadro aragonés, donde a Benito lo punteaban siempre dos jugadores, el citado Carbia y el lateral Álex Menéndez, a quien Ros no lograba parar nunca. Benito se vio desbordado en demasiadas ocasiones, obligando a Mikel González, el mejor en la zaga, a bascular a sus espaldas para salvar los muebles varias veces. En el disparo de Carbia, en el minuto 38, Cristian Álvarez echó el balón a córner junto al palo. En el de Yoda, ya en el 44, el portero argentino repitió parada para desesperación del cuadro catalán y su animosa afición.

Toquero se multiplicó en acciones defensivas, sobre todo en la serie de saques de esquina y faltas laterales colgados al área por los locales, en busca de un tanque como Lekic que lo remata todo por arriba, aunque no estuviera afortunado en ningún caso hasta el intermedio. Se echó en falta mayor presencia ofensiva de Papunashvili, de Borja Iglesias (muy desabastecido), del propio Toquero. La torpeza de Eguaras en un día obtuso trajo como consecuencia esa poca posesión del balón de los zaragocistas. Los laterales, Benito y Lasure, no existieron prácticamente hacia arriba, demasiado ocupados en cerrar sus bandas.

El segundo tiempo, sin embargo, comenzó de la peor manera para el Real Zaragoza. Le sentó fatal el parón del descanso. Apenas había transcurrido un minuto cuando el Reus hizo el 1-1. El referido Lekic, como reactivado en la caseta, sí que atinó en el enésimo cabezazo a introducir el balón en la portería aragonesa. Fue el zaragozano Miramón, lateral derecho, el que engendró la jugada, mareando en el lateral del área a Raúl Guti antes de poner un centro preciso que el balcánico picó a su manera para meter el balón dentro, sin que Verdasca pudiera evitarlo bajo palos. Todo el buen trabajo defensivo del Zaragoza en la primera parte se había disuelto en poco más de 60 segundos. Y el partido volvía a empezar, pero con el Reus lanzado, envalentonado y creyéndose capaz de la remontada. Un panorama bien distinto al necesario tras haber alcanzado tan preciada ventaja por parte zaragocista en la trabajada primera parte.

Los blanquillos quedaron groguis tras el duro golpe y los catalanes hicieron más jugadas de toque en 15 minutos que en el resto del partido. En el 57, de nuevo Lekic y otra vez tras un centro de Miramón, estuvo a punto de lograr el volteo en el tanteador. Su remate, solo en el área, con la derecha, se marchó fuera, rozando literalmente el poste derecho con Álvarez batido. Un golpe de fortuna para el Zaragoza, que no pasaba de medio campo con cierto rigor ni una sola vez.

El gas se le esbafó al Reus poco a poco y en el minuto 65 el Zaragoza dio, por fin, señales de vida. Papunashvili lanzó un fuerte disparo desde fuera del área en ese punto del crono y Badía respondió con una buena parada bajo palos, justo en el instante en el que se movió el banquillo. Febas reemplazó a Toquero para remover la zona de vanguardia, adelantando al georgiano, mediapunta en cabeza de rombo hasta ese momento. El balón había vuelto a pies zaragocistas y había que intentar llegar arriba con opciones. Poco después, Zapater sustituyó al desdibujado Ros.

No engranaron bien los cambios y el Real Zaragoza siguió perdido en su nebulosa mientras el reloj corría con celeridad. La cosa quedó servida para que un error defensivo de cualquiera patrocinara la victoria del rival. Mientras, el empate no era malo para ninguno. Significaba sumar en días ya muy decisivos donde lo letal es irse a casa a cero en rentas. Haro, relevo de Carbia en el cuadro reusense, tuvo la ocasión para el triunfo de los de López Garai en el 82, pero su disparo franco en el área, tras pared con Lekic, fue respondido por Cristian Álvarez con un paradón salvador. En la siguiente jugada, Atienza cabeceó un córner picado y Benito, bajo palos, ayudó a que la pelota no entrara y saliera por encima del larguero. Apuros máximos del Zaragoza en ese momento decisivo del duelo.

Hubo un último intento ofensivo del equipo de Natxo, ya con el tiempo concluido y en el aumento de 3 minutos, pero nadie encontró la inspiración necesaria para llevar al área local una pelota en condiciones. Al contrario, ya al borde del pitido final, Gus Ledes lanzó una falta desde 30 metros que Álvarez sacó como pudo junto al poste y, a la salida del córner correspondiente, Raúl Guti bordeó la comisión de un penalti sobre Carbonell que los rojinegros protestaron con fuerza mientras Cuadra Fernández indicaba que todo había acabado.

Sabor más agrio que otra cosa quedó en el paladar zaragocista. No fue un buen partido, el equipo no estuvo a la altura de las circunstancias en líneas generales y, sobre todo, echó a perder una magnífica ventaja que encontró mediada la primera parte en una acción individual puntual con final feliz. Esta vez, cuando en la segunda mitad hizo falta una reacción perentoria, no hubo argumentos ni capacidad para hacerla realidad. Solo el 3 de junio se sabrá si este punto en Reus es suficiente o se quedó escaso para lo que en el fondo necesitaba el equipo aragonés en esta visita a tierras catalanas.

Ficha Técnica

Reus Deportiu: Badía; Miramón, Atienza, Olmo, Álex Menéndez; Gus Ledes, Vitor Silva (Carbonell, 78), Juan Domínguez; Yoda, Carbia (Haro, 61); y Lekic (Edgar Hernández, 91).

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Benito, Mikel González, Verdasca, Lasure; Eguaras, Raúl Guti, Javi Ros (Zapater, 75), Papunashvili (Pombo, 88); Toquero (Febas, 65) y Borja Iglesias.

Árbitro: Cuadra Fernández (Comité Balear). No mostró tarjetas.

Goles: 0-1, min. 20: Toquero. 1-1, min. 46: Lekic.

Incidencias: Noche agradable en Reus, con 20 grados y ambiente de tormenta. Llovió mucho desde el minuto 40. El césped del Camp Nou, pequeño estadio de apenas 4.000 butacas, presentó un perfecto estado. Casi se llenaron los graderíos, con presencia de alrededor de 500 aficionados zaragocistas. Natxo González, sancionado, vio el partido desde el palco.

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