Natxo reinventa a Zapater

El capitán del Real Zaragoza analiza su nuevo rol dentro de la estructura táctica del técnico. El ejeano pide serenidad y no desmarcarse de la línea que impulsa ahora al equipo.

Alberto Zapater, en un entrenamiento del Real Zaragoza.
Alberto Zapater, en un entrenamiento del Real Zaragoza.
Toni Galán

Natxo González le ha encontrado un encaje al capitán Alberto Zapater, reciclando así su habitual fútbol en el eje de los equipos, como pivote, para reinventarlo en la posición de volante interior, una zona que el ejeano conoce de su largo paso por el fútbol, pero que, ésta vez, ha tenido un impacto directo sobre su rendimiento. Zapater cerró el 2017 tras un par de meses de rendimiento deprimido, incómodo y castigado por las exigencias con balón de la posición de pivote. Conforme han pasado los partidos, Natxo González recuperó el rombo, le dio el timón a Eguaras y el rendimiento del Zaragoza se disparó, gracias, principalmente al crecimiento colectivo, pero también a los nuevos aires de varias individualidades. Zapater es uno de los jugadores que se han refrescado con la nueva disposición táctica en el centro del campo del Real Zaragoza, explotando una nueva versión de su fútbol de energía, denuedo y largos recorridos. "Salvo de delantero, puedo desenvolverme en varias posiciones. Esta forma de jugar es novedosa. Siempre se lo he comentado al técnico. Agradezco ver otras formas de pensar y ver el fútbol", explica Zapater.

Natxo ha matizado los esfuerzos territoriales de su capitán. Zapater ha dejado de correr a los ancho del campo para hacerlo a lo largo. Siempre fue el ejeano un futbolista de trabajo amplio, de costa a costa de la medular. Ahora, Natxo ha optimizado esa capacidad de recorrido. Su fútbol de cantidad se ha hecho vertical. Esto explica su reciente rol como llegador. En Alcorcón, marcó. Y en otras citas se quedó cerca. Zapater pisa más área que nunca. "El rombo exige un esfuerzo mayor a los dos futbolistas que jugamos al lado de Eguaras. Es gratificante porque es en beneficio del equipo. Llegas más al área, independientemente de que puedas dar un pase de gol o meterlo. Tienes esa libertad, pero sabes que debes volver y ayudar en el medio o al lateral. Ahora me cuido más porque este sistema requiere más esfuerzo", analiza el centrocampista aragonés.

Zapater reconoce la relevancia que ha adquirido el rombo como centro nuclear de las operaciones del Real Zaragoza y como reserva protectora del estilo de juego. Ahí la figura contextual de Eguaras se ha consolidado como un argumento capital, desde el punto de vista táctico. "Está claro que es un jugador muy importante para nosotros", reconoce Zapater. "Hemos estado buscando un equilibrio que ahora creo que ya hay", añade.

El capitán del Real Zaragoza se declara hábil para varias posiciones: "Hay que adaptarse a lo que se necesite. Si me piden jugar de central -como hizo unos minutos contra el Cádiz tras la roja a Verdasca-, lo haré muy a gusto, con tal de participar… Me siento cómodo en la nueva posición, es diferente, sabes que te puedes descolgar, pero también que tienes la responsabilidad de volver… aunque ahora siempre hay alguien donde tú estabas antes. Todos nos estamos beneficiando".

Natxo recuperó el rombo en Albacete, y ese día Zapater ya cayó al banquillo de los suplentes. También se le escapó la titularidad al inicio de 2018, contra Barcelona B y Tenerife. Después de jugarlo todo, en las últimas semanas, el capitán ha perdido su condición de intocable. "Puede pasar. Hay que aceptarlo como una decisión más del entrenador. No gusta, porque el futbolista siempre quiere jugar. A partir de ahí, hay que intentar sumar, comprender que es el momento de otros y trabajar. Es lo que he hecho. Una de mis virtudes es que siempre estoy al pie del cañón, aun sabiendo que uno nunca está siempre como desea. La temporada es muy larga, y aunque sé que no me voy a lesionar en todo el año, no se puede estar siempre físicamente como a uno le gustaría. Es complicado mantenerse. Yo quiero jugar, ayudar y aportar".

De momento, el Zaragoza, con su fórmula táctica y sus nuevas posiciones, carbura. Zapater lo admite, aunque envía un mensaje de calma: "Esto es lo que queríamos y lo que buscábamos. Pudo darse antes, pero es ahora. Tenemos que seguir con la misma tranquilidad. Hemos salido de una situación que no era buena y hay que seguir en esta línea", apunta el centrocampista aragonés. "Mi discurso sigue siendo el de los 50 puntos y luego ya se verá. Hace tres jornadas estábamos en una situación complicada de la que hemos podido salir. Solo hay que pensar en el partido de Soria. Sabemos que si ganamos se generará una gran ilusión, pero si no, tampoco se puede desilusionar la gente, porque la temporada es muy larga y la categoría es muy igualada", finaliza.

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