El túnel de resonancias del Hospital Quirón será uno de los principales focos de atención de este lunes en el seno del Real Zaragoza. Por ahí pasará el lateral izquierdo Ángel Martínez, lesionado en el entrenamiento que llevó a cabo del equipo aragonés nada más llegar a Tenerife el pasado jueves y por cuyo contratiempo no pudo jugar en la noche del viernes el primer partido de liga en el estadio Heliodoro Rodríguez de Santa Cruz. Habrán pasado más de tres días y el diagnóstico de las pruebas radiológicas será fiel.

Todo lo que no sea una sobrecarga en el músculo que corresponda de la pierna afectada (como la que ya tuvo el catalán el día 6, en el calentamiento previo al amistoso ante el Levante en Teruel, que le hizo caerse de aquella alineación), serán malas noticias para el Real Zaragoza. Aquel día, la afección fue sobre el bíceps femoral, que se quejó de fatiga.

Ángel Martínez es uno de los fichajes 'senior' del joven equipo armado por Lalo Arantegui y, además, su sustituto en la plantilla, el joven Lasure, es justo otro de los que convalece de las primeras roturas musculares del verano. Por ello, el entrenador, Natxo González, tuvo que acudir en Tenerife a un diseño C de la defensa en relación a los laterales, consistente en cambiar de banda a Benito -de la derecha a la izquierda- y darle la titularidad al novel Delmás por el lado diestro.

Si Ángel Martínez tuviera que estar de baja tres semanas, como mínimo, en caso de rotura, esta coincidencia en el tiempo con la ausencia de Lasure alteraría durante más de un mes el ideal de defensa con la que viene trabajado Natxo desde julio. El barbudo carrilero barcelonés sintió el pasado jueves un pinchazo en el muslo durante el ensayo que el Real Zaragoza llevó a cabo en la Ciudad Deportiva Javier Pérez de Tenerife. Las sensaciones de Martínez 12 horas después, en la sesión de activación de la mañana del viernes, previa al estreno liguero por la noche, no mejoraron. Ahora, los radiólogos tienen la respuesta a su mal.