El club vuelve a incidir en la operación salida

Quiere liberar los 800.000 euros de gasto corriente que se van en los jugadores descartados y con ese dinero realizar dos nuevos fichajes, de futbolistas contrastados.

Borja Iglesias se dispone a controlar un balón durante el partido disptuado el pasado viernes en el estadio Heliodoro Rodríguez.
Borja Iglesias se dispone a controlar un balón durante el partido disptuado el pasado viernes en el estadio Heliodoro Rodríguez.
ACAN

La derrota de Tenerife, en el estreno liguero del Real Zaragoza en la presente campaña, no ha sido tomada en el seno de la sociedad anónima deportiva como un traspiés previsto en los cálculos, como una circunstancia probable del juego o como un contratiempo al que puedan aplicarse los atenuantes variados a los que dan lugar los inicios de campaña. Ha sido visto de otro modo. En los despachos nobles se han llevado a cabo ya, de hecho, algunas lecturas de fondo, acerca de quién es el Zaragoza presentado en el estadio Heliodoro Rodríguez López y dónde se encuentra en términos de capacidad competitiva.

De esas reflexiones ha surgido una primera conclusión nítida: el club va a apretar de alguna manera en la denominada operación salida, para que se resuelvan los casos enquistados de Xabi Irureta, Edu Bedia, Jordi Xumetra y Alex Barrera y se liberen de ese modo recursos económicos, con el propósito de ganar en capacidad de gasto.

De acuerdo con los datos económicos y financieros con que trabaja la entidad deportiva, la salida de estos cuatro futbolistas, que no entran en los planes de Natxo González, nuevo entrenador del Real Zaragoza, y a los que ni siquiera se les ha asignado dorsal, podría abrir un margen de gasto corriente de algo más de 800.000 euros, una cifra que se sitúa en el millón de euros si se añade el caso de Manu Lanzarote, cuyo destino parece ser un fútbol exótico, el de India.

Luis Carlos Cuartero, director general del Real Zaragoza, y Lalo Arantegui, director deportivo, disponen de margen de maniobra hasta la medianoche del próximo día 31 para cerrar las últimas operaciones pertenecientes al mercado estival, una vez que también han recibido el mandato expreso de la directiva del club de apurar todas las opciones posibles en esta dirección.

Si se abre el margen de gasto en la plantilla en el que insiste el Consejo de Administración, la idea del club es abordar la contratación de dos futbolistas hechos, contrastados, de trayectoria cierta en el fútbol español y que aporten poso en dos demarcaciones concretas: en el eje de la defensa y en la vanguardia del ataque, sin que esto último hable en perjuicio de Borja Iglesias, que dio muy buenas impresiones en Tenerife.

Sobre quién pueda ser el central que venga a reforzar la retaguardia del equipo, se han barajado varios nombres en las últimas horas. En la tarde de ayer, la página web ElDesmarque indicó que se trata de Mikel González, ex jugador de La Real Sociedad. También interesa este futbolista al Sporting de Gijón, que mueve hilos en defensa de sus intereses deportivos.

Lalo Arantegui, director deportivo del club aragonés, persigue esta operación desde tiempo atrás, sin que hasta la fecha se haya podido concretar, entre otras razones porque el defensa donostiarra pensaba que a lo largo del verano recibiría ofertas jugosas de clubes de Primera o del fútbol internacional.

En todo caso, fuentes del Real Zaragoza indicaron ayer que Mikel González no es en este momento la única alternativa en la que trabaja el director deportivo para incorporar a un central experimentado.

El gol encajado en Tenerife, a jugada en balón parado, de un saque de esquina, vino a encender las señales de alarma que ya se habían activado durante los encuentros de pretemporada. En ese tipo de lances, el Real Zaragoza careció en el estadio Heliodoro Rodríguez López de la contundencia necesaria en Segunda. Encajó un tanto por arriba; pero le remataron casi todo lo que voló al corazón del área.

Por su ubicación en el campo, están señalados Jesús Valentín y Grippo. Sin embargo, el problema de fondo radica en la poca seguridad que ha generado Verdasca, protagonista en varios encuentros amistosos de errores de calibre demasiado grueso, y que ha conducido a Natxo González a un callejón angosto en esta demarcación. Sobre los hombros del joven Álex Zalaya tampoco cabe descansar responsabilidades mayores.

En cuanto a los lugares de la vanguardia del equipo, Raúl de Tomás, jugador cuyos derechos pertenecen al Real Madrid, está en la agenda de la dirección deportiva del Real Zaragoza. En este caso, se estudia la posibilidad de establecer un acuerdo de cesión, fórmula que ya ha empleado el club blanco en otras campañas con este futbolista. De fuerte complexión y no exento de calidad, podría ser un valioso refuerzo para la plantilla que gobierna Natxo González.

Este concreto interés por De Tomás no prejuzga en nada, sin embargo, el papel de Borja Iglesias, que en el encuentro disputado el pasado viernes frente al Tenerife ofreció rasgos de delantero de futuro, por su envergadura, despliegue y capacidad de entrar con acusado peligro en el área rival. Fue un punto de luz en un choque plano en sus trazos generales.

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