Natxo González ya está aquí. Llegó ayer a la capital aragonesa y hoy será presentado en el estadio de La Romareda. Nada más pisar Zaragoza, se dirigió en la tarde de ayer a la Ciudad Deportiva, escenario en el que desarrollará su actividad laboral. El nuevo técnico reconoció las instalaciones del laboratorio en el que se diseña el Real Zaragoza del futuro.

Horas antes de su llegada a Zaragoza, el director deportivo, Lalo Arantegui, argumentó la contratación del técnico vasco en su bosquejo del próximo curso. "Este año el Reus ha hecho una gran temporada en Segunda y siempre estuvo arriba en la clasificación. Ya en la temporada anterior, contra todo pronóstico, se metió arriba ante equipos de más potencial y logró el ascenso. Este año, pese a hacer el equipo con un presupuesto bajo, si hubiera tenido gol, habría hecho ‘play off’", sostuvo Arantegui.

"Natxo González es metódico. Sabe abstraerse del entorno, sabe hacer grupo. Defiende con balón. Tiene las ideas muy claras. Ha firmado dos temporadas. Viene con Bernardo Tapia, que ya era su segundo entrenador en el Reus. En cuanto al preparador físico, es una incorporación que decidirá en 24 o 48 horas. Como preparador de porteros continúa Mikel Insausti", se refirió Arantegui respecto al nuevo técnico y cuerpo técnico.

José Ignacio González Sáenz, ‘Natxo González’, (Vitoria, 29 de julio de 1966) se inició en el fútbol como jugador del Ariznavarra. De allí pasó al Aurrerá, y de Olarambe al Alegría. Se retiró de forma prematura como futbolista para dedicarse a entrenar. También se inició como técnico en el Ariznavarra. Llegó a la cantera del Alavés en 1994. Hasta el año 2000 trabajó en la base del Glorioso, dirigiendo a su primer equipo juvenil de la División de Honor, y al filial, con el que consiguió saltar a Segunda B.

Superada esta etapa, decidió hacer la maleta e intentarlo en Cataluña. Su primera estación fue Reus, club con el que también ascendió a Segunda B. Del Reus pasó al Sant Andreu. Fueron cuatro años en el Narcís Sala, consiguiendo subir a Segunda B. Incluso acarició la Segunda A. Tras su marcha del Sant Andreu, Natxo González regresó a Vitoria, ascendiendo de nuevo al Alavés, en este caso a Segunda A. También volvió después al Reus, club con el que alcanzaría su techo histórico con el ascenso del pasado curso a la categoría de plata. La consolidación del club reusense en Segunda División A, competición en la que era debutante en la actual campaña, significa la culminación de una labor eficaz.

Con una carrera breve y discreta como jugador, su perfil como entrenador reúne una característica fundamental, esencial, que además define a Natxo González: nadie le ha regalado nada, todo se lo ha ganado a pulso. A diferencia de otros nombres más pregonados en la competición, algunos de los cuales alcanzan los banquillos gracias a sus anteriores carreras como futbolistas de clubes punteros del fútbol español, las conquistas en los banquillos de Natxo González han sido peldaño a peldaño. Llegó a la base del Alavés legitimado por su trabajo en la base del Ariznavarra, entrenó en Segunda B porque antes supo ascender a Segunda B, entrenó en Segunda A porque antes ascendió a Segunda A, y ahora entrenará a un histórico del fútbol español porque ya ha demostrado su valía en el equipo revelación de la categoría.

Llega desde el fútbol catalán, pero no se ajusta al ‘perfil Barça’. La era Juliá se acabó meses atrás. Que hoy sea presentado Natxo González denota que el que decide ahora es Lalo Arantegui.