Los exteriores y alrededores del estadio de Montilivi, lugar donde a las 20.00 se jugará el Girona FC-Real Zaragoza de la penúltima jornada de liga de Segunda División, viven ambiente de fiesta masiva desde más de tres horas antes del comienzo del choque, momento en el que empezaron a llegar los primeros grupos de seguidores rojiblancos.

Los accesos al pequeño campo de Gerona están restringidos, dada la dificultad existente para aparcar en sus proximidades y la gran cantidad de personal acreditado para la ocasión, que deja pequeñas las instalaciones del club catalán. Desde las 18.00, la zona de las afueras de la ciudad donde ser ubica el coliseo de Montilivi, junto al campus universitario, da síntomas de colapso humano. Hasta una hora antes no se prevé que se permita la entrada de los 9.200 espectadores que caben en sus reducidas gradas, que van a estar repletas como nunca.