César Láinez y el equipo están viviendo horas de tensión, de máxima responsabilidad. La liga se acaba y la huida de la parte baja de la clasificación, el lugar al que indeseadamente cayó el Real Zaragoza en febrero, no acaba de consolidarse de manera definitiva. A solo 5 partidos para que el torneo concluya, el equipo zaragocista aún no tiene cumplimentados los puntos y la posición en la tabla que garanticen su permanencia en Segunda División, algo real por muy fuerte que pueda sonar en los ambientes blanquillos. Las dos derrotas consecutivas en los partidos recientes ante Getafe y Reus frenaron en seco la buena dinámica del equipo bajo la batuta de Láinez, que es obligado recuperar este viernes en el duelo de la 38ª jornada, en La Romareda frente al Cádiz (21.00).

El técnico zaragozano no ha dudado en lanzar un mensaje de solicitud de apoyo explícito a la afición, en busca de todo tipo de resortes y asideros positivos para que el apurado equipo zaragocista sea capaz de ganar a los gaditanos, que vienen a Zaragoza sumidos en la pelea por el ascenso a Primera por la vía de la promoción. "Todos tenemos muchísimo en juego este viernes. El aficionado es lo suficientemente inteligente como para saber lo que nos jugamos todos: el que se sienta en la grada, el que está en el campo, el que está en el banquillo, el que cuida del césped... todos", indicó Láinez.

"La implicación de la gente de La Romareda, yo la he sentido como jugador y como aficionado, y es muy importante. Evidentemente, en un momento complicado, el cariño y el apoyo que hemos tenido en los partidos en los que yo he estado como entrenador, ha sido fundamental para que el equipo haya sacado buenos resultados", concluyó su guiño.