Lo que a primeros de enero, antes de jugar contra el Girona, estaba encaminado a un par de retoques en la plantilla acompañados de dos o tres bajas, puede concluir en una revolución de invierno de profundo calado dentro del vestuario del Real Zaragoza. Solo 24 horas después del nuevo descalabro en Murcia, ante el UCAM, el tercero en 14 días (entremedias, el equipo de Agné también perdió en Tenerife), los planes han sufrido un marcado cambio, fruto de la evidente caída en el rendimiento global del grupo y en la nula reacción de varios jugadores señalados por su baja eficacia desde el mismo inicio de la liga. 

Así, a falta únicamente de 9 días para que el mercado invernal se cierre (lo hará en la noche del día 31, martes de la próxima semana), la consigna es fichar varios jugadores más, que vengan a reforzar diferentes puestos del equipo que hacen aguas sin sus titulares, lo que derivaría simultáneamente en intentar la salida de algún jugador más del actual plantel respecto de los que estaban señalados en el boceto inicial de esta ventana del escaparate de fichajes y traspasos de enero. 

Por ahora, el área deportiva que dirige Narciso Juliá y la dirección general -Luis Carlos Cuartero- han consumado las contrataciones del defensa central Jesús Valentín (aunque lleva dos partidos jugando como centrocampista por decisión de Agné), procedente del Huesca, y del medio centro creativo Edu Bedia, que llega del Oviedo. Se están negociando salidas importantes como son las de Juan Muñoz, Erik Morán, Alex Barrera y la cantada del joven Popa. Asimismo, parece decidido que el portero Irureta también saldrá del equipo en los próximos días.

Por eso, la puerta está abierta de par en par para la entrada de un delantero, un extremo, un nuevo guardameta (el argentino Saja, de 37 años y recién rescindido por el colista, el Nástic de Tarragona, está en tratos avanzados), al menos un defensa lateral y algún jugador de última hora que esté en disposición de reforzar a un equipo que se ha venido abajo por completo en el último tramo de la competición. La deficiente y alarmante marcha deportiva del Real Zaragoza en este mes de enero, justo el de los cambios en las plantillas, está obligando a los responsables de la entidad a modificar sus previsiones por la gravedad del asunto. Las dificultades para llevar a cabo este proceso, como ya es conocido desde mucho tiempo atrás, radican en la limitación financiera de la SAD para moverse dentro del mercado, lo que ha de llevar aparejado la liberación de fichas del actual vestuario.