Antes del inicio del choque, un grupo de aficionados de ambos sectores del club aragonés se enfrentaron y protagonizaron una pelea en la que utilizaron el mobiliario de varios establecimientos hosteleros para agredirse.

Días después, el Zaragoza emitió un comunicado en el que informó sobre las medidas que tomará tras estudiar la situación. Aparte de no vender entradas a los hinchas de Ligallo y Avispero, explicó cuál será la postura del club maño tras conocer que se abrirán diligencias de ante los Juzgados de Instrucción de Getafe.

"El Real Zaragoza se personará en la instrucción como perjudicado, ejerciendo todas las acciones que estén en su mano, para tratar de conseguir que los autores de dichos incidentes respondan ante los tribunales", afirmó en el citado comunicado.

"Igualmente, y una vez se conozcan la identidad de los participantes, se reunirá el Comité de Disciplina Social y adoptará las medidas oportunas en aplicación del Régimen Disciplinario, del Reglamento General de Acceso y Permanencia en los Espectáculos y Acontecimientos Deportivos", concluyó.