Agné, un técnico con 138 partidos en Segunda

El mequinenzano presenta un currículum modesto, de entrenador aspirante a hacer algo sonado que sufre las prisas y exigencias del fútbol moderno.

Tres imágenes recientes de Agné como entrenador. A la izda., sentado en la grada de Montilivi, en Girona, hace cuatro años. En el centro, en un partido en El Alcoraz. A la dcha., hace un año, de espaldas, saludando a Popovic en La Romareda con el Tenerife
Tres imágenes recientes de Agné como entrenador. A la izda., sentado en la grada de Montilivi, en Girona, hace cuatro años. En el centro, en un partido en El Alcoraz. A la dcha., hace un año, de espaldas, saludando a Popovic en La Romareda con el Tenerife
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Raúl Agné llega al Real Zaragoza, el pico más alto en su carrera como entrenador profesional, con el bagaje de 138 partidos en Segunda División, la categoría en la que va a tener que reubicar al equipo de su tierra natal tras la crisis que se ha llevado por delante a su antecesor, otro aragonés, el turolense Luis Milla. El lugar donde más tiempo estuvo en la división de plata fue en el Girona, donde cubrió 99 duelos en tres temporadas (2008-09, 2010-11 y 2011-12). Los otros 39 se reparten en sus pasos por el Recreativo de Huelva (28) y, el año pasado, en el inicio de liga en el Tenerife, en el que fue destituido tras la jornada 11ª, igual que le ha sucedido a Milla, precisa y curiosamente tras perder con el cuadro canario por 2-0 en La Romareda. El fútbol no deja de dar datos paradójicos y llenos de casualidades. 


En su estreno en el Girona, llegó casi hasta el final del torneo. Pero una racha fatal de cinco partidos seguidos perdiendo, que puso al equipo catalán al borde del regreso a Segunda B, provocó su relevo tras la jornada 37ª, ya en mitad de mayo. Durante dos domingos lo sustituyó el director deportivo, el también zaragozano Javier Salamero, hasta que ficharon a Miquel Olmo para que cubriera las tres últimas jornadas. El Girona acabó salvándose milagrosamente. En aquel equipo de 2008-09 estaba con Agné el ahora lesionado Xumetra.


En sus dos campañas consecutivas y más recientes en el cuadro gerundense, con Narciso Juliá al frente del área deportiva del club de su ciudad, Agné tuvo cara y cruz en su andadura. En la primera, la 2010-11, el Girona acabó en el puesto 11º con 57 puntos. El de Mequinenza tomó las riendas de un banquillo que, en la recta final del año previo, había dirigido Juliá. Fue su siguiente eslabón en Montilivi. Y fue un año tranquilo, de transición y crecimiento. En la posterior campaña, la 2011-12, Agné dejó al Girona tras la jornada 20ª. Empezó mal y no llegó a la segunda vuelta. Fue destituido en enero, relevado por Uribe, que aún sería de nuevo cesado hasta acabar una vez más Salamero al frente de un cuadro catalán que se salvó con 49 puntos, acabando el 15º.


En su paso por el Recreativo de Huelva, llegó en diciembre en sustitución del exalavesista Javi López, debutando en la jornada 15ª. Rehabilitó el mal inicio de los onubenses en aquel curso y acabó la liga con calma, en el puesto 9º. Lo mejor que vivió en el Colombino fue una elimatoria de Copa contra el Atlético de Madrid, al que le endosó un sonoro 3-0 en la ida que, luego, en el Calderón, remontaron los colchoneros con un 5-1 que dejó el sueño del Recre en nada. Eran tiempos de preconcurso de acreedores en la capital andaluza y Agné no siguió el año siguiente. 


Por último, el año pasado en Tenerife, donde tuvo la oportunidad de comenzar en primera persona un proyecto ilusionante, no tuvo ni tino ni fortuna. Solo duró 11 partidos, hasta que el Real Zaragoza, con dos penaltis anotados por Ortuño y Ángel, derrotó a los insulares en La Romareda y Agné fue despedido para ser sustituido por José Luis Martí. Únicamente había ganado dos choques, con seis derrotas y tres empates. Los chicharreros eran penúltimos con 9 puntos.


En el escalón inferior, la Segunda B, su mejor trabajo lo dio en su debut, en el Girona, en la temporada 2007-08. El equipo del norte de Cataluña venía de Tercera y, de un solo saltó, Raúl Agné encabezó un nuevo ascenso a Segunda División, un año magnífico e histórico que aún se celebra a orillas del Ter ocho años después. Los gerundenses acabaron campeones del Grupo 3 y ganaron la fase de ascenso al Baracaldo y al Ceuta.


Después, entre 2012 y 2014, vivió miel y hiel en Cádiz. La parte buena fue la primera, hace tres años, cuando llegó en diciembre en una crisis tremenda por la que los gaditanos parecían irse de cabeza a Tercera e, in extremis, lograron la salvación de su mano. Agné soportó dos años duros en el club del Carranza. En la siguiente temporada, no le aguantaron demasiado tiempo al ver que el equipo no se instalaba en lo más alto de la clasificación desde el principio -máxima exigencia siempre en Cádiz- y fue cesado en noviembre con el equipo amarillo en 5ª posición.


Este es su historial. Modesto, de currante del fútbol de plata y bronce, con algunos puntos concretos de brillo en referencias locales, nunca de ámbito de larga repercusión.


Lo mismo que le sucedió a Agné como futbolista. El de Mequinenza jugó 220 partidos en Segunda B, desde sus inicios en el Deportivo Aragón y Zaragoza B (le tocó el cambio de denominación, entre 1989 y 1992), pasando por el Girona, el Figueras y el Binéfar. También jugó en el Palamós y en el Casetas, en Tercera. Un fornido defensa central que, como entrenador, a sus 46 años, asoma en Zaragoza como su gran oportunidad para hacer camino dorado, para hacerse con un nombre rotundo en la jungla de los técnicos del fútbol español.

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