El último entrenamiento vespertino de la concentración del Real Zaragoza en Boltaña ha concluido con un susto que, no obstante, a primera vista no parece relevante. El nuevo portero zaragocista, Xabi Irureta, ha sufrido un fuerte traumatismo en un dedo de la mano derecha, que se le ha doblado contra natura en un golpe tras una jugada dividida entre el guardameta y un delantero rival con el balón de por medio. Enseguida, Irureta ha notado el dolor y la anomalía en el apéndice y ha sido atendido por el médico, el doctor Honorio Martínez.

Eran los últimos lances del partidillo de ensayo que ha organizado Luis Milla y, a la conclusión del mismo, los fisios le han aplicado inmediatamente una bolsa de hielo en la zona dañada. Con la mano aparatosamente vendada, Irureta ha abandonado el campo de Villaboya. Queda en el aire su concurso -y estreno como zaragocista- en el partido de este martes en Almudévar (19.00), que disputa el Real Zaragoza en la localidad oscense a beneficio de la Federación de Peñas de regreso ya a casa tras nueve días de estadía en el Pirineo. En el entrenamiento matinal previo al viaje de vuelta se podrá observar la evolución del dedo dañado y se decidirá si Irureta juega o no ante el rival de Tercera División por la tarde.