Pablo Alcolea abandonó a las 22.35 de este martes la concentración del Real Zaragoza en el Hotel Barceló Monasterio de Boltaña para viajar urgentemente hacia Zaragoza desde donde, en la mañana del miércoles, viajará hasta Toledo para formalizar su fichaje por el club castellano-manchego. Alcolea, al que aún le restan dos años de contrato con el Real Zaragoza, jugará en calidad de cedido esta próxima temporada en el cuadro toledano, que milita en Segunda División B.

El club ya advirtió al arquero canterano que no iba a tener sitio este año en la primera plantilla, circunstancia que sí se dio el curso anterior pese a que al principio también se buscó una cesión a un Segunda B, en una maniobra similar a la que ahora va a consumarse. Alcolea acabó inédito, sin jugar un solo minuto en la campaña 2015-16, con el agravante societario de que su salario, heredado de la época anterior cuando el Real Zaragoza militaba en Primera División, está fuera de los parámetros sostenibles en la actualidad por la SAD.

Desde la tarde del lunes se sabía que su salida iba a ser inminente. Varios equipos de la categoría de bronce han solicitado su préstamo y el Toledo, en el que el exjugador de la cantera zaragocista Joaquín Sorribas es el director deportivo, ha sido finalmente el que más ha pujado y por el que más interés ha mostrado tanto el jugador como el propio club blanquillo.

En la cálida noche pirenaica del 19 de julio, tras haber cenado con los que han sido sus compañeros hasta estos momentos, Alcolea ha recogido sus cosas de la habitación y se ha desplazado hacia Zaragoza para dar un giro radical a su vida deportiva. De varios años de escasa participación, el portero zaragozano debe pasar en Toledo a un curso lleno de partidos como titular en los que demostrar la valía que atesoró en sus años de formación en la Ciudad Deportiva. El Real Zaragoza tiene su tutela contractual hasta 2018.