Tarde-noche de radios e internet

El Real Zaragoza, además de frente al Oviedo, también se juega el futuro en otros tres partidos que, como toda la jornada, se juegan a la vez, en horario unificado

Aficionados zaragocistas el pasado jueves en las gradas de El Alcoraz, durante el partido Huesca-Real Zaragoza.
Aficionados zaragocistas el pasado jueves en las gradas de El Alcoraz, durante el partido Huesca-Real Zaragoza.
Rafael Gobantes

Penúltima jornada, la 41ª. Y, como es tradicional en la liga española, se pone en marcha el método de partidos con horario unificado para que nadie tenga ventajas o desventajas en virtud de saber los resultados ajenos. Todo el mundo juega hoy a las 20.00. El Real Zaragoza, además de en su duelo en La Romareda ante el Oviedo, profundamente decisivo, se juega los cuartos y el futuro de la promoción -y, por ello, también el ascenso- en, al menos, otros tres campos más. Uno, El Sadar, donde el Osasuna recibe al Huesca; otro, en Son Moix, donde el Córdoba visita al Mallorca; y el tercero, Montilivi, donde el Girona y el Alcorcón pelean otro duelo directo, como el de Zaragoza, entre aspirantes a meterse en los 'play off'.


En tiempos pretéritos, el titular hubiese sido 'Tarde-noche de transistores'. Pero los tiempos han cambiado. Los viejos armatostes, más o menos voluminosos, que servían de receptores de radio han sido suplidos por los teléfonos móviles, los ipad, por cualquier soporte digital que, además de permitir escuchar los carruseles radiofónicos en directo, también tiene aplicaciones que comunican los detalles de cada partido prácticamente al instante de producirse. Y de esos, en La Romareda, esta noche habrá unos cuantos miles. Como en el resto de estadios de la Segunda División. Echando fuego. Por momentos, prestando más atención a las noticias que lleguen de otras ciudades que a lo que los ojos vean sobre la hierba del estadio municipal zaragozano.


Para el zaragocismo, lo primero, por supuesto, será comprobar que el Real Zaragoza vence al Oviedo. Cualquier otra alternativa sería dramática. Y, si eso es así, la mezcla de resultados con los demás rivales por la promoción dará forma a la clasificación de cara al último día. Una circunstancia clave para acometer ese partido postrero y decisivo de Llagostera. No hace falta explicar lo que al Zaragoza le interesa en la distancia: un pinchazo del Osasuna ante el Huesca (al que le falta un punto para certificar la permanencia en la categoría), un tropiezo del Córdoba ante el necesitado Mallorca (que busca eludir el descenso a Segunda B) y un empate entre Girona y Alcorcón, para que ambos se frenen. Esta es la solicitud ideal al destino. Otra cosa será lo que suceda finalmente y que, a eso de las 22.00, dibujará el mapa y los caminos del éxito y el fracaso para todos ellos en la última jornada, que se llevará a cabo el próximo sábado, 4 de junio, también en horario homogéneo, a las 20.30.


Es, por lo tanto, un domingo diferente. Con aroma de verano. De hechuras irreversibles, para bien o para mal. De esos que, tradicionalmente, abren la espita de la satisfacción en el caso de que las cosas salgan bien o revientan el ánimo general si llega un fracaso. Ya no va más. No queda liga. Esto se acaba. El torneo regular se despide esta noche de La Romareda. Si no se juega la promoción, el fútbol no volverá hasta el próximo curso. El Real Zaragoza ha de ganarse aún esa prórroga competitiva que son, en Segunda División, los 'play off'. Y se la juega in situ, ante el Oviedo, y también a través de las noticias que lleguen por las invisibles ondas herzianas desde Pamplona, Palma de Mallorca y Gerona.


Las cábalas, que aún dejan bastantes caminos a las combinaciones, ya han sido reducidas a una horquilla más manejable. De 8 a 10 de la tarde-noche de hoy, quedarán vistas para sentencia. La que se dilucidará el próximo sábado, para el Real Zaragoza, en Palamós.  

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