Paredes se moja

El excapitán zaragocista, ahora en el Albacete, radiografía el presente y el futuro de su equipo y analiza al Zaragoza desde la distancia

Javier Paredes disputa un balón con Jaime en el Real Zaragoza-Albacete de la temporada pasada en La Romareda.
Javier Paredes disputa un balón con Jaime en el Real Zaragoza-Albacete de la temporada pasada en La Romareda.
Aránzazu Navarro

Javier Paredes juega su segunda bola extra en el Albacete tras su abrupta salida del Real Zaragoza en el transcurso de la temporada 2013-14 por decisión unilateral del entonces director general, Jesús García Pitarch. El ovetense, afincado en Zaragoza junto a su familia desde que llegó al cuadro aragonés en el verano de 2007 (aunque este año su mujer le ha acompañado a tierras manchegas tras el nacimiento de su segundo hijo), encontró acomodo en el club albaceteño en el mercado invernal del curso pasado. Y tras ser pieza clave en la salvación de la categoría por parte de los del Carlos Belmonte, fue renovado por una temporada más con mando en plaza. Camino de los 33 años, con la carrera de Derecho terminada y ya abogado en ejercicio (es el último eslabón de una saga familiar), ha jugado 25 de los 28 partidos de liga y es fijo en la zaga de Luis César Sampedro, el cuestionado entrenador blanco.


El 'Jabalí', que fue capitán zaragocista durante cuatro de las siete temporadas que jugó como blanquillo y se convirtió en una de los hombres con más peso específico en el vestuario en los duros años del agapitismo, retorna a La Romareda en 48 horas. "El año pasado fue todo más especial porque, realmente, no había salido de Zaragoza y mi mujer y mi hija seguían viviendo ahí, en nuestra casa. Entonces me sentí raro porque nunca pensé que volvería a jugar a La Romareda con otro equipo. Esta vez es algo emotivo de nuevo, pero algo menos porque ya lo he vivido. Aun así, son días diferentes para mí. Sé que tendré que dejar la pasión en el vestuario para poder jugar bien al fútbol con mi actual equipo", comenta Paredes desde Albacete para HERALDO DE ARAGÓN.


El año pasado acabó con un claro triunfo por 3-1 para el Zaragoza. Era mayo, con la liga algo más avanzada, pero el contexto se parecía al que se dará el sábado en La Romareda: el equipo aragonés pelea por meterse en las plazas que dan opción al ascenso y el Albacete lucha por eludir el descenso. Paredes lo recuerda con nitidez. "Sí que se parece, aunque entonces el Alba vino a Zaragoza más holgado que ahora. Hoy estamos muy apurados en la tabla, en una posición mucho más comprometida, aunque también queda más liga por delante para rectificar. Por eso, es crucial que ganemos el sábado. Necesitamos hacerlo para encadenar varios triunfos seguidos que nos saquen de abajo", advierte Paredes.


El zurdo asturiano avisa de la engañosa careta que porta el Albacete por estar en la antepenúltima plaza de la clasificación. "Somos un equipo que sabe jugar al fútbol, hacemos buenos partidos, pero nos castigan mucho los errores individuales en determinados momentos y los aciertos de los rivales cuando no estamos atentos colectivamente. En el primer tramo de la liga fuimos muy fuertes en casa y por ahí nos sujetamos en la clasificación sin agobios hasta Navidades. El problema siempre lo hemos tenido como visitantes. Por eso, en cuanto hemos perdido fuerza como locales, nos hemos caído al fondo de la clasificación", cuenta el exzaragocista. "Recuerdo que en Tarragona merecimos ganar; en Vitoria, donde empatamos 1-1, también tuvimos opciones de sumar los tres puntos; al Oviedo le ganábamos 2-0 en el minuto 30 y nos empató en el descuento por un error nuestro al echarnos demasiado atrás; al Mirandés lo teníamos noqueado y le regalamos el 1-1 nosotros...", hace recuento sobre los puntos tontos que se les han escapado en la última racha negativa que sufren desde hace tres meses.


Lo más sorprendente de Paredes en esta temporada es que ha logrado marcar tres goles y ha dado una asistencia. Una eficacia ofensiva que nunca tuvo en su largo periplo zaragocista. "Es curioso y llamativo, sí (dice entre risas). Allí en Zaragoza, en más de 170 partidos no hice ni uno solo. El entrenador, aquí, nos da mucha libertad a los laterales para llegar arriba y en la estrategia participo muchísimo. En el Zaragoza casi siempre fui el cierre y no subía a ninguna falta ni ningún córner. He tenido la suerte de marcar tres goles importantes y, sinceramente, espero marcar el cuarto en La Romareda y que nos sirva para ganar", comenta a modo de reto el defensor. Si fuese así, ¿lo celebraría? Paredes lo tiene claro: "Si marco, me alegraré muchísimo porque mi equipo lo necesita enormemente en estos momentos. No lo celebraré efusivamente y, si se me escapase algo, no será por falta de respeto a la que fue mi afición durante tanto tiempo. En Zaragoza tengo grandes amigos, dentro y fuera del club. Mi gente desde hace diez años. Pero el Albacete se está jugando algo muy importante para su futuro. Creo que se entiende muy bien", explica el asturiano.


Por último, Paredes da a HERALDO su opinión desde la distancia sobre la situación que vive el Real Zaragoza en esta recta final de la temporada. "Quedan 14 partidos y da tiempo a todo. A meterse arriba como a caerse abajo si pilla una mala racha. Es cierto que la dinámica que se le ve en las últimas cinco jornadas es buena. Pero no hay que olvidar que, mientras se cambiaba de entrenador y se modificaba la plantilla hace mes y medio, a mí no me gustaba lo que veía. Hubo jornadas de muchas dudas, de malos resultados ya con el nuevo técnico, y cuando eso sucede, que se lleva a cabo un cambio de entrenador y los resultados no llegan, los nervios son malos consejeros y suelen terminar en espirales muy peligrosas. Por fortuna, la cosa salió bien para quien confió en la capacidad del nuevo técnico y del nuevo director deportivo y, con el buen rendimiento de los nuevos refuerzos que han llegado, han logrado los necesarios resultados para darle la vuelta a lo que parecía un fracaso", radiografía el exzaragocista. 


De cara al objetivo supremo del ascenso a Primera División, Javier Paredes también aporta su visión de veterano en la plaza. "El equipo ha cogido empaque justo a tiempo, en campos donde puntuar da mucha moral, casos de Córdoba, Pamplona o Vitoria, pero ahora viene el asunto de la presión. Lo de siempre. Ya sabemos que Zaragoza exige mucho al equipo y no se puede ganar todo lo que resta. La gente tiene que estar preparada por si llega algún tropiezo, para no dar bandazos y acabar despistando a los jugadores, los técnicos y los dirigentes. Para terminar en Primera, y más como viene la temporada, el Zaragoza necesita mucha paciencia y acierto", expone uno de los futbolistas con más amplia trayectoria en las últimas décadas dentro del Real Zaragoza y que, este sábado, será rival con la camiseta del Albacete.

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