"Durante la pretemporada ya se vio que el equipo funcionaba, que era compacto y tenía agresividad, y en estas dos primeras jornadas las sensaciones han sido buenas. Los comienzos son importantes para la moral del equipo y para enganchar a la afición y creo que estamos en el camino correcto". Con esas palabras, el central Rubén González ha valorado el arranque liguero del Real Zaragoza, admitiendo que “hay aspectos que corregir, como el segundo gol encajado ante al Almería”, pero que resulta “mucho más fácil” trabajar en ello con los tres puntos en el bolsillo.

En el plano personal, ha señalado que se siente “contento” y que durante el verano ha intentado mantenerse “al margen de los rumores”, siempre con la prioridad de continuar en el Real Zaragoza en mente: “El año pasado fue raro. Estuve cinco meses fuera y no quedé contento con mi rendimiento. Tenía una espina clavada y esta temporada he comenzado con mucha ilusión, para trabajar por el bien del equipo e intentar convencer al míster”.

Así, espera “luchar a diario por un puesto” en busca de la recompensa de la “continuidad” porque “el fútbol da muchas vueltas” y forma parte de una plantilla en la que prima la “competitividad sana”. En ese sentido, ha añadido que, en su opinión, “con cuatro centrales el puesto está bien cubierto” y que confía en la “pronta recuperación” de Mario Abrante y en la “proyección al alza” de Jesús Vallejo.

Ya pensando en el encuentro del próximo domingo, ha destacado que “el Leganés es un rival que se ha reforzado muy bien”, que ha empezado “dando muy buena imagen” y que en su campo es “muy complicado” obtener la victoria. Y es que, la Segunda División es “muy competitiva” y “cualquier equipo es capaz de poner las cosas difíciles”.

Por último, el gallego ha valorado el objetivo de devolver al Real Zaragoza a la Primera División: “Todavía es pronto, pero por historia el reto global es el ascenso. Para ello debemos ser regulares y trabajar cada jornada porque falta mucho para junio”.