​La hora del zaragocismo

Tras años de decepciones y un verano en el que el club casi desaparece, la afición vive con ilusión un premio inesperado: la lucha por el ascenso a Primera División. Los blanquillos defienden el 3-1 de la ida.

La afición del Real Zaragoza, en el partido de ida contra Las Palmas
La afición del Real Zaragoza, en el partido de ida contra Las Palmas

Tras ocho años con Agapito Iglesias que dejaron muy tocado al Real Zaragoza y a su afición, tras el último descenso, tras un verano agónico en el que el club estuvo muy cerca de desaparecer, tras una temporada irregular marcada por el escaso tiempo para hacer la plantilla y los problemas económicos, ha llegado la hora del zaragocismo. Todo eso ha quedado atrás. De la mano de la Fundación Zaragoza 2032, que marcó un gol salvador en el último minuto para rescatar la entidad, el Real Zaragoza ha recuperado muchos de los valores perdidos y, su gente, la ilusión.


Parece mentira que hace menos de una año miles de personas recorrieran las calles de la ciudad en una manifestación para pedir, casi suplicar, una solución que permitiera seguir viviendo al Real Zaragoza. Ahora, el equipo pelea por el ascenso a Primera División, un premio que no se podía ni imaginar cuando lo único que preocupaba era la supervivencia del club. Como dijo Popovic este viernes, “muchos deseaban llegar aquí, pero pocos lo esperaban”.


No le faltaba razón al entrenador serbio, y más después de una campaña en la que las lesiones y la corta plantilla no han permitido al Real Zaragoza superar su irregularidad crónica. Los blanquillos no se clasificaron para el 'play off' hasta el último minuto del último partido, y gracias a que la Ponferradina no logró ganar el suyo. Y lo comenzaron de la peor forma, encajando un 0-3 en La Romareda contra el Girona. Pero ni los jugadores ni la afición -hubo gente que fue a Montilivi pese al resultado- se rindieron, y el 1-4 de la vuelta volvió a hacer soñar a toda una ciudad.


Para el siguiente partido, ante la UD Las Palmas, se llenó La Romareda, y el Real Zaragoza dio el penúltimo paso hacia el ascenso. El 3-1 de la ida acerca a los maños a Primera, pero aún quedan 90 minutos que serán un mundo. Al conjunto canario, que ha preparado una encerrona en la isla, le vale un simple 2-0, o incluso un 3-1 al final de la prórroga. Resultados que, ni mucho menos, son inimaginables. Al menos, mucho más sencillos que el 1-4 logrado por el Real Zaragoza en Gerona. Pero los blanquillos se presentan al último partido de la final con la moral alta, sin euforias y con la imagen de la respuesta de la afición durante las últimas semanas grabada a fuego en la retina.


Tras ver el recibimiento en la estación de Delicias tras la remontada en Montilivi, el pasillo que los zaragocistas les hicieron antes del encuentro, el ambientazo durante el último partido y la despedida del pasado viernes, no debería hacer falta que nadie les recordase que miles de personas han depositado su ilusión en el equipo y desde Zaragoza mandarán ánimo a Las Palmas. Aún así, y pese a la distancia, los pupilos de Popovic no estarán solos, ya que unos 250 aficionados apoyarán al cuadro aragonés en el estadio de Gran Canaria.

Todos los jugadores disponibles


En el aspecto deportivo la mejor noticia es que Popovic se ha podido llevar a todos sus jugadores y todos ellos están disponibles para el partido, pese a las molestias de unos, como Eldin o Javi Álamo, y al escaso ritmo de competición con el que llegan otros, como Borja Bastón. La ausencia del máximo goleador del equipo ya no preocupa tanto como cuando se lesionó, y todo el mérito es de un Willian José que ha pasado de futbolista olvidado al gran protagonista del 'play off'.


El delantero brasileño marcó dos goles en la remontada de Montilivi, y anotó otro más y dio una asistencia el pasado miércoles, frente a la UD Las Palmas. También otros jugadores, como los laterales Diego Rico o José Fernández, llegan en su mejor momento de la temporada. También Vallejo, un jugador increíblemente maduro -tanto en el campo como fuera- pese a sus 18 años que ya porta con responsabilidad el brazalete de capitán. El canterano es, sin duda, el jugador más querido por la afición, y seguro que una de las personas más felices de toda la ciudad si se logra el ascenso.


El canterano formará en el centro de la defensa junto a Mario, y la principal duda es si Popovic recurrirá al 5-3-2 con el que había jugado los últimos partidos o mantendrá el 4-2-3-1 que ya empleó en el partido de ida. Es probable que opte por esta fórmula y que incluso haga algún cambio para reforzar el centro del campo, que podría pasar por la entrada de Basha en el doble pivote. Fernández estará, seguro, en el lateral derecho, mientras que en el izquierdo podría jugar Cabrera, como el miércoles antes de que fuera sustituido por Jaime, ya que es más defensivo que Rico.


El burgalés, si no juega en la defensa, tiene opciones de repetir, como en la ida, en el centro del campo, y más cuando Popovic necesitará apoyos para frenar el poderoso ataque de la UD Las Palmas. Esta será una de las claves del partido, ya que la única opción de ascenso para el equipo de Paco Herrera es marcar, al menos, dos goles. Pase lo que pase, lo que parece claro es que el Real Zaragoza, como ya ha hecho durante todo el año, deberá pelear el gran premio: volver a ver al club en Primera, el hábitat natural de un león que ya desprecia la jaula de la Segunda.