"Ninguneados y maltratados". Este es el sentimiento, en boca del presidente Christian Lapetra, que se ha instalado entre el equipo de gestión del Real Zaragoza ante las reclamaciones de la Agencia Tributaria que ponen bajo amenaza la viabilidad del club aragonés. La falta de un acuerdo con Hacienda acerca de la llamada deuda histórica compromete la supervivencia de la entidad a corto plazo. El Real Zaragoza no posee la capacidad inmediata para afrontar el pago de los plazos vencidos el pasado 5 de septiembre que Hacienda exige ya en vía de apremio: 18,5 millones de euros, más 3,5 millones en concepto de intereses y un recargo, como es común en los proceso ejecutivos de este tipo, de un 20%. En total, 25 millones de euros que ponen contra las cuerdas al Zaragoza. 

"La situación es muy grave y pone en duda la viabilidad del club", advirtió ayer Lapetra, quien recordó que en los tres últimos años se ha rebajado la deuda tributaria un 22% con el pago de casi 7,7 millones y que desde la llegada en junio de la Fundación Zaragoza 2032 se ha ido pagando el corriente, en total, 5,9 millones. "La posibilidad de disolución es real. Si no hay acuerdo con Hacienda, la situación obliga a solicitar la liquidación de la sociedad", añadió el vicepresidente Fernando Sainz de Varanda. "Liquidar al Zaragoza sería una decisión injusta y arbitraria y supone un agravio comparativo con otros clubes a los que sí se les aprobó un convenio singular. La desaparición del Zaragoza supondría un daño al erario porque el interés público debe ser cobrar. El valor del club en liquidación es cero. Nunca se podrá recuperar esa deuda. Nos asiste la razón. Exigimos el mismo trato que a otros clubes y demostraremos que el Real Zaragoza es viable si podemos aplazar la deuda histórica", describió el presidente. La solución que demandan los dirigentes del club pasa por la firma de un convenio singular. En este sentido, según los responsables de la entidad, Hacienda "está jugando al gato y al ratón", tal y como apuntó el vicepresidente Sainz de Varanda.

En las reuniones mantenidas desde septiembre con los técnicos de la Agencia Tributario, según el Zaragoza, no se ha sacado nada en claro. Hacienda transmitió verbalmente la imposibilidad de firmar un convenio singular debido a "un cambio de criterio", como explicó Sainz de Varanda. Esa decisión impide, según Hacienda, firmar este tipo de acuerdos tras la sentencia de aprobación de convenio. 

El Zaragoza justifica que se pactó de forma tácita en 2013 que se renegociaría ese contrato, con un nuevo calendario de pagos en función de si el equipo ascendía a Primera o permanecía en Segunda, donde capacidad de financiación del club es menor. Lo que quedó firmado fue el compromiso que adquirió Jesús García Pitarch con Hacienda (Dependencia Regional de Recaudación de Aragón) para pagar 20 millones de golpe en septiembre de 2014. Este acuerdo se suscribió con el Zaragoza en Segunda, en verano de 2013, a cambio de que durante la temporada pasada el club aragonés dejara en suspenso su anterior convenio y saldara un millón de euros de su masa de deuda fiscal. Además, Pitarch adelantó las fechas de vencimiento. Ahora, Hacienda exige el marco de ese convenio y el Zaragoza solicita uno nuevo, para el que prepara un plan de viabilidad sustentado en dos pilares: el pago de un millón de euros a Hacienda si el equipo juega en Segunda y el pago del crédito restante en 8 años si se asciende a Primera. 

"No existe base jurídica que impida firmar ese convenio singular", subrayó Lapetra. "Hemos solicitado que ellos (Hacienda) nos planteen qué están dispuestos a aceptar y la contestación es que ellos no nos van a decir nada", afirmó Sainz de Varanda. "O Hacienda nos dice que están dispuestos a llegar a un acuerdo o no tiene sentido alargar la agonía, que dentro de 6 meses nos maten", añadió. Fernando Rodrigo, consejero del área económica, completó: "Hemos despejado las dudas jurídicas, demostramos que podemos devolver la deuda en un periodo razonable, la solución se ha aplicado con otros clubes... Además, Hacienda se estaría pegando un tiro en su propio pie: no cobraría nunca. Es inconcebible". 

El Zaragoza ha estudiado en las últimas semanas la posibilidad de asumir el pago a Hacienda con financiación externa. En este sentido, ha contactado con entidades bancarias para sondear un posible préstamo, pero esta salida de emergencia también está taponada ya. "Nos pueden financiar para proyectos nuevos, no se asumen los riesgos de deudas con terceros. Además, es una cantidad elevada. Quiero añadir que los famosos 18 millones es una deuda anterior al año 2010. Incluso al año 2003. Viene de muy atrás. Si durante tantos años se han aplazado deudas, no entendemos que ahora que hay un proyecto serio y viable no se siga aplazando", argumentó Sainz de Varanda. 

Está contingencia, aunque posible, no era esperada entre los patronos la Fundación Zaragoza 2032 cuando en julio se tomó el control del club. " Evidentemente, la posibilidad estaba. Pero aplicando el sentido común sabías que Hacienda tenía que llegar a un acuerdo. Como contribuyente, me enfadaré mucho si la Agencia Tributaria renuncia a los 30 millones que se le deben por llevar a un club a la liquidación. Igual que yo, todos los contribuyentes. Piensas que en un plazo se va a llegar a una solución. Nos plateamos esto como algo tan remoto y tan carente de sentido común que no la veíamos", indicó Sainz de Varanda. "Desde que entramos estamos gestionando el club con completa rigurosidad. En todo. No es de sentido común que queramos pagar y no nos dejen, se demuestra poca inteligencia", señaló el presidente Lapetra. 

Recurso en marcha.

El Real Zaragoza ha encargado a su asesoría jurídica un recurso para paralizar con medidas cautelares la ejecutiva del apremio y levantar los embargos que tienen estrangulada la tesorería del club. La entidad sufre un bloqueo en sus arcas por esta causa que le van a impedir afrontar este mes los pagos correspondientes (nóminas, IRPF, Seguridad Social, proveedores y acreedores...). Los fondos están agotados, pese a que, según el club, debería disponer de 4 millones de euros que han trabado esos embargos. "Ese dinero nos permitiría tener unos meses tranquilos en tesorería. Queremos también ganar tiempo suspendiendo la ejecutividad del apremio. Pero el objetivo es el convenio", destacó Sainz de Varanda.