El espíritu charrúa

Diogo y Cabrera llegan al Real Zaragoza para aportar la capacidad competitiva inherente al gen uruguayo.

Diogo y Cabrera, durante su presentación en La Romareda
El espíritu charrúa
J. L. G.

Encajado entre Argentina y Brasil, Uruguay es el segundo país más pequeño de Sudamérica, después de Surinam. Tiene poco más de tres millones de habitantes, aproximadamente como Madrid, pero es una potencia en lo que a fútbol se refiere. Al norte del Río de la Plata se forja el carácter charrúa, el que ha llevado a la selección uruguaya a ganar dos veces el Mundial (1930 y 1950) y 15 la Copa de América, y a protagonizar momentos épicos de la historia de este deporte, como el famoso Maracanazo.


En los últimos años han destacado jugadores como Forlán, Godín, Luis Suárez o Cavani, pero son muchos los futbolistas uruguayos desperdigados por el mundo que poseen esa cualidad que ellos denominan la 'garra charrúa'. Podría definirse como la incapacidad de rendirse, el carácter ganador o el gen que espíritu de lucha. Con esa etiqueta llegan los últimos fichajes del Real Zaragoza, Carlos Diogo y Leandro Cabrera, el uno conocido por sus cinco años en la capital aragonesa y el otro por sus últimas temporadas en varios equipos de Segunda, primero cedido por el Atlético de Madrid (Recreativo, Numancia, Hércules) y luego en el Real Madrid Castilla.


"Los dos tienen carácter, los dos son uruguayos. Es casualidad que los presentemos juntos, pero los uruguayos tienen un carácter especial, y esperamos que se lo transmitan al resto del grupo", aseguraba el nuevo director deportivo -hasta ahora secretario técnico- del Real Zaragoza, Ángel Martín González. Poco antes de estas palabras, el propio Leandro Cabrera hablaba de esta garra que caracteriza a su país. "Soy un jugador que siempre intenta dar todo en la cancha, no doy una por perdida y el esfuerzo es mi mejor condición", aseguraba el central.


La repesca de Diogo, ocho años después de su llegada al Real Zaragoza y tres más tarde de su marcha, ha despertado cierto debate sobre su estado físico, aunque pocos dudan de su espíritu de lucha y su compromiso. "Carlos nos va a ayudar muchísimo. Es un jugador veterano, con mucha experiencia, la gente aquí lo quiere y va a ser un ejemplo para todos. Me gusta que en la plantilla haya gente así, por cómo se entrena y por cómo sirve de ejemplo para los más jóvenes", ha indicado Martín González durante su presentación.


Pero los elogios no han sido solo para el lateral, sino también para su compatriota, que llega como un refuerzo para el centro de la zaga, pero que también puede jugar de lateral izquierdo. "Leandro es un jugador contundente, agresivo, va bien de cabeza, le pega bien a la pelota, juega muy concentrado... Tiene cosas muy buenas que va a transmitir al resto del grupo para que podamos hacer una temporada bonita y estemos lo más arriba posible", le definía el director deportivo.