Doble pivote de laboratorio

El entrenador ya ha probado con cuatro jugadores diferentes en la alineación titular en solo dos partidos y ha hecho debutar a otros dos, Anton y Carlos Javier.

Barkero jugó de mediocentro en Vitoria
Alavés - Real Zaragoza_4
LFP

Hay alineaciones que se gestan en la pizarra. Otras las dibujan el transcurrir de los partidos, las lesiones y el propio fútbol. Víctor Muñoz, sin apenas tiempo para probar sobre el terreno ni alternativas en el vestuario, se ha visto obligado a realizar ensayos de laboratorio en el Real Zaragoza. Sobre todo, en el doble pivote, zona en la que cuenta con más problemas y en la que hasta ahora ha mostrado sus mayores dudas.


Acevedo, titular indiscutible con Herrera, todavía no ha sido una opción para Víctor, ya que estaba y sigue lesionado y Paglialunga, el otro fijo del técnico catalán, se cayó del once en Vitoria después de haber jugado con el Dépor. Ese partido, junto al argentino, jugó César Arzo, central reconvertido a mediocentro, pero su sanción por acumulación de amarillas obligó a Muñoz a cambiar de nuevo su estrategia.


Otro cambio, y de carácter drástico, ya que el entrenador aragonés decidió dejar fuera a Paglialunga y recuperar a Cidoncha para el doble pivote después de que Herrera hubiera apostado por desplazarle a la banda durante su última época en el banquillo. Junto a él, más físico e intenso, intentó añadir calidad con un jugador como Barkero, con más capacidad de creación, pese a no estar acostumbrado a jugar tan atrás. El experimento salió bien a medias, ya que el Real Zaragoza alternó momentos de juego aceptable, aseado y ordenado con otros de fragilidad, en los que se acabó escapando el encuentro.


"La idea era tener un jugador competitivo y fuerte con uno más creativo. Ha habido mucha presión, pero (Barkero) ha tenido una buena actuación hasta que se le ha gastado la energía. Ha pedido él el cambio, yo no lo iba a hacer", aseguraba Víctor Muñoz tras el partido contra el Alavés. Cuando la gasolina de Barkero se agotó, el técnico sacó a Carlos Javier, centrocampista del filial que debutaba con el primer equipo. Contra el Deportivo, el cambio fue el de Arzo por Anton, que también jugaba sus primeros minutos con el Real Zaragoza, pero que ni siquiera fue convocado para el duelo de Vitoria.


En total, Víctor Muñoz ya ha utilizado a cuatro jugadores en el doble pivote -en el once inicial- y ha hecho jugar unos minutos a otros dos en solo un par de partidos, los que lleva al frente del Real Zaragoza. Este domingo, para el encuentro contra el Eibar (12.00, Canal+), el entrenador podrá contar de nuevo con Arzo, quien ya ha cumplido su sanción, porque el número de posibilidades vuelve a incrementarse. Podría volver a adelantar al central y ponerle junto a Cidoncha, si quiere más intensidad, o junto a Barkero, si vuelve a apostar por un hombre más creativo.


También tiene la opción de recuperar a Paglialunga, que no jugó ni un solo minuto en Mendizorroza, y poner junto a él a Arzo, como frente al Deportivo, o realizar un nuevo experimento y mezclar al argentino con Cidoncha o Barkero. O ninguna de las anteriores, ya que en las dos últimas jornadas ha apostado siempre por la posibilidad menos esperada. 


Dos plazas, diez jugadores


La volatilidad e inconstancia de los mediocentros del Real Zaragoza no es un problema nuevo, y los cambios en el doble pivote se han producido desde el principio de la temporada debido a las lesiones, a las salidas de futbolistas, a los problemas de juego del equipo... 


A lo largo de esta campaña han jugado hasta una decena de jugadores en estos dos puestos. Paglialunga y Acevedo, cuando han estado, han sido los más habituales, pero también han tenido minutos Movilla y José Mari, antes de irse, y más tarde, Arzo, Cidoncha, Barkero, Tarsi, Anton y Carlos Javier...