El enésimo juicio

Paco Herrera, entrenador del Real Zaragoza, vuelve a jugarse el puesto en el duelo de Ponferrada.

Entrenamiento del Real Zaragoza
Entrenamiento del Real Zaragoza_5
J. L. G.

El Real Zaragoza afronta este domingo (12.00) en Ponferrada, otra cita fundamental en su reto por engancharse a los puestos de ascenso, objetivo indispensable del cuadro aragonés. Ganar resulta ya indispensable después de seis jornadas sin hacerlo, lo que ha descolgado al cuadro blanquillo hacia los lugares de la indiferencia.


La enorme igualdad de la categoría -la irregularidad- no ha apeado al cuadro blanquillo de su aspiración fundamental. Sin embargo, el apretado arco en el que se mueve la Segunda División abre todas las incógnitas -las positivas, pero también las negativas- a falta de poco menos de un tercio de Campeonato.


La victoria no admite diálogos para la formación blanquilla y, de su mano, también para Paco Herrera. El técnico barcelonés se enfrenta este domingo a un nuevo juicio -el enésimo- en su tortuoso deambular por el alambre.


No ha habido esta semana salidas de tono ni cuestiones extradeportivas. Por fin, Herrera ha podido centrar a su equipo en la cuestión clave de la semana: el partido del domingo. Queda la estela de esa iniciativa de García Pitarch de hacerse con las acciones de Agapito Iglesias, que como es natural aún colea. Y, en ese entorno complejo del Real Zaragoza, es difícil meter la cabeza en lo que de verdad importa…


Pero es verdad que no se ha agitado demasiado el árbol de la entidad. A cambio, eso sí, la inquietud es deportiva. Las lesiones se han cebado en el conjunto aragonés que ve cómo se resiente una plantilla rebajadísima por la insistencia de Pitarch. Las bajas van a volver a exigir al técnico echar mano de los futbolistas del filial para confeccionar la convocatoria que el viernes por la tarde –a las 15.00, desde las oficinas del club- afronte el viaje por carretera hacia Ponferrada.


Se la juega también Paco Herrera. El entrenador ha capeado un ciento de temporales, pero parece que se enfrenta al definitivo. Si el equipo no gana en Ponferrada, si se desploma aún más en la clasificación, el entrenador no seguirá al frente del Real Zaragoza.


Es verdad que Herrera está acostumbrado a los ultimátum. Los ha logrado sortear, ganándose una nueva carta en el último momento. León vuelve a ser una encrucijada para el técnico blanquillo, que soporta el ronroneo constante de su permanente cuestionamiento.


El entrenador se enfrenta su enésimo juicio. Herrera ya sufrió el pasado domingo, en La Romareda, ese grito multitudinario del “¡Herrera, vete ya!”. No fue, ni mucho menos, el peor partido de un Real Zaragoza que había hecho méritos para ganar. Sin embargo, el fallo del penalti por parte de Luis García -siempre defendido por el entrenador- arrastró al técnico.


Ganar en Ponferrada es imprescindible para el Real Zaragoza. Con el equipo, se juega el futuro el técnico. Siete partidos sin ganar resultaría insostenible. Lo dice el fútbol.