El Real Zaragoza necesita la victoria ante el Athletic Club para seguir avanzando hacia la permanencia y para lograrlo contará con el respaldo incondicional de sus aficionados que el jueves, primer día de venta, agotaron todas las entradas.

La reacción de las tres últimas jornadas, con dos triunfos consecutivos como locales y un empate, han reavivado el alicaído ánimo de una afición que hasta que se impusieron al Mallorca en 2013 no pudo disfrutar durante quince jornadas consecutivas de una victoria y que veía como el hundimiento parecía irremediable, de hecho el equipo aragonés llegó a ser colista.

A partir de ahí y con el arreón de estos tres encuentros no solo ha sido capaz de abandonar los puestos de descenso sino que además afronta estas tres últimas jornadas dependiendo de él mismo para asegurarse la continuidad en la elite futbolística española.

Aunque la calidad futbolística sigue siendo bastante escasa, el entrenador Manolo Jiménez por fin parece haber reencontrado el patrón de juego que tan buen rendimiento le dio hasta el último partido del 2012, precisamente ante los bilbaínos en su última comparecencia en el estadio de San Mamés y que de hecho les permitió salvar los muebles en su dura travesía por el desierto los cuatro primeros meses del 2013.

Los jugadores zaragocistas han hecho especial hincapié en el contundente apoyo que los aficionados blanquillos les están dando en las últimas jornadas, que ha ido creciendo desde que por primera vez la entidad maña puso precios económicos para el partido ante el Mallorca y que ha sido parte activa "en la remontada" que han protagonizado.

No obstante en lo único que se quieren fijar y centrarse es en lo que hagan ellos ante los hombres de Marcelo Bielsa para lograr añadir tres nuevos puntos a su casillero que, dependiendo de los resultados de sus rivales directos, principalmente el Deportivo, podrían ser casi definitivos.

La principal preocupación de Manolo Jiménez durante la semana ha sido la manera de reestructurar la línea defensiva por la baja por sanción del holandés Glenn Loovens y el regreso al equipo tras el partido de suspensión del rumano Cristian Sapunaru.

La duda está en si Sapunaru ocupará el puesto de lateral que defendió José Fernández la pasada jornada o le dará continuidad al cordobés para pasar al rumano al centro de la defensa en detrimento de Javier Paredes que, a priori, sería el sustituto natural de Loovens.

El resto del equipo le está funcionando al sevillano y salvo sorpresa volverá a apostar por los hombres que comenzaron el último partido en Valencia frente al Levante.

Así la alineación más probable sería: Roberto; José Fernández o Paredes, Sapunaru, Álvaro, Abraham; Pintér, Apoño; Víctor Fernández, Rodri, Montañés; y Postiga.