fútbol

Míchel Sánchez, un éxito forjado en la SD Huesca

El técnico de moda, líder con un Girona al que persiguen Madrid, Atlético y Barcelona, vivió antes un año y medio de contrastes con los azulgranas.

Míchel Sánchez, tras el 2-4 al FC Barcelona.
Míchel Sánchez, tras el 2-4 al FC Barcelona.
Girona FC

Míchel Sánchez es el entrenador de moda en el fútbol español. Dirige a un Girona líder de Primera División que ha asaltado la casa del FC Barcelona y resiste el empuje del Real Madrid. Una sorpresa mayúscula para quien no haya seguido de cerca la trayectoria del técnico nacido hace 48 años en Vallecas; no tan grande para los que han trabajado a su lado. Cumple su tercera campaña en el club catalán y antes dirigió durante un año y medio a la SD Huesca, la temporada 19-20 completa y la 20-21 hasta enero. Allí tocó el cielo con el ascenso a la élite y vivió el sinsabor de un cese. También avanzó en un modo de entender el juego que ha perfeccionado con los gerundenses.

Asombra un Girona que endosó un 2-4 al Barça en Montjuic, que también ha marcado cuatro goles a domicilio a Granada y Osasuna. El equipo que asimismo goleó por 5-2 al Almería y por 5-3 al Mallorca estaba contenido, de alguna manera, en la libreta del Míchel que llegó a El Alcoraz en el momento más turbulento del club aragonés. En su primera experiencia lejos del hogar, pues su irrupción en los banquillos profesionales tuvo lugar en el mismo Rayo Vallecano el que había completado 425 apariciones como futbolista, firmó con los azulgranas en un contexto dificilísimo.

El Huesca había bajado de Primera y Francisco Rodríguez, hoy técnico del Rayo, se había despedido del banquillo. La explosión de la Oikos en mayo de 2019, cuando ya se había alcanzado un acuerdo con Míchel Sánchez, amenazó con hacer saltar todo por los aires. También la llegada del madrileño, que sin embargo se reafirmó en su decisión de tomar el mando como una primera muestra de las ganas con que se ponía al frente de un proyecto con muchas dudas alrededor. Avalado por José Antonio Martín, Petón, y el entonces director deportivo, Rubén García, se encontró un club patas arriba y con muy pocos futbolistas con contrato en vigor.

Solo 14 de la primera plantilla, varios de ellos en la rampa de salida, comparecieron en la primera sesión de trabajo de un Míchel que llegó acompañado de un dúo de confianza que mantiene en el Girona: Salvador Fúnez como segundo entrenador y David Porcel en el rol de preparador físico. En ese grupo se encontraba también el oscense Adrián Sipán, que acumula varios años de experiencia en la primera plantilla y junto a diferentes técnicos. Entre los futbolistas, un Jorge Pulido que es emblema del Huesca contemporáneo.

Ambos mantuvieron un contacto muy estrecho con Míchel y recuerdan con cariño su paso por El Alcoraz. "Aceptó un reto que en ese momento no era fácil, asumió ese cargo sin ningún tipo de duda y así ya se empezó a ganar a la gente", recuerda Sipán. Pulido sostiene que "dio un paso muy valiente al venir. Recuerdo que éramos pocos en la pretemporada y ya tenía una idea muy clara de los conceptos. Nos sacó el máximo rendimiento".

El grupo con el que se afrontó el retorno a la categoría de plata respondió pronto y se aupó a las primeras posiciones gracias a una trayectoria casi inmaculada en El Alcoraz que compensó la irregularidad a domicilio. Míchel aceptó el papel de líder. Sipán destaca su "pasión y ganas de triunfar. Una persona con mucha ambición, muy pasional, cada entrenamiento y tarea las vivía al máximo. Pura emoción". Y, de repente, irrumpió la covid-19.

El parón de tres meses no detuvo la inercia de aquel Huesca. La mejoró. Los meses de junio asistieron a la irresistible carrera de los azulgranas hacia Primera División, que alcanzarían como campeones de la categoría de plata. "Tuvo una forma de gestionar ese periodo muy buena. No era fácil con la incertidumbre social y deportiva", rememora Sipán. Pulido tiene claro que "ascendimos en buena medida gracias a él, como antes gracias a Rubi".

Los futbolistas, a juicio del capitán, "cogieron los conceptos enseguida: sacar el balón desde atrás, una posesión no por tenerla sino para atacar y hacer daño. Vimos grandes partidos en El Alcoraz". Con este aval, la continuidad en la máxima categoría suponía un paso lógico. Míchel tenía la oportunidad de desquitarse de su experiencia anterior con el Rayo, con el que había subido para ser destituido ya en Primera.

Sin embargo, la historia se repitió. El Huesca tardó 13 jornadas en sumar su primer triunfo, justo después de un 3-3 en Granada en el que los azulgranas desperdiciaron una renta de dos goles y "casi perdemos al final", añade Pulido. La confianza se empezó a resquebrajar y se perdió en un enero helador, con tres derrotas. Cesó después de un 0-2 con el Betis y le sucedió Pacheta.

"La gestión, entrenamientos y disciplina eran positivos pero los resultados mandan, intentó dar con la tecla y no se dio como esperábamos", lamenta Sipán. Tanto él como Pulido han visto a un Girona que les resulta familiar. "Esa hambre de mejorar, crecer y corregir errores te lo da la experiencia y lo disfruta el Girona", considera el preparador. Un líder que "recuerda en muchos aspectos a ese Huesca. En cuanto a juego y a crear ocasiones hicimos partidos muy buenos en Primera", concluye Jorge Pulido.

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