Lamine Yamal, el talento precoz que dio el sí a España

La promesa récord de apellidos africanos entró en las categorías del Barça con 7 años y su ascenso a la élite ha sido meteórico.

Lamine Yamal celebra un gol en el Europeo Sub-17 de 2023.
Lamine Yamal celebra un gol en el Europeo Sub-17 de 2023.
EP

"No es Messi, pero es lo más parecido. Si chuta diez veces a puerta, nueve van entre los tres palos. Tiene sangre fría dentro del área. Hace cosas que jugadores de 18 y 19 años no realizan. Tiene un talento innato". Aureli Altimira, responsable de fútbol base de La Masía hasta 2021, se deshace en elogios hacia Lamine Yamal, el niño prodigio de apellidos africanos que enamora al FC Barcelona y ahora tiene un hueco en la selección española de Luis de la Fuente, quien le ha convocado para los próximos dos encuentros clasificatorios para la Eurocopa de Alemania 2024. "Tiene ese toque por una varita de Dios. Es diferente, tiene un potencia excepcional y está preparado para competir en el máximo nivel", explicó el seleccionador tras incluirse en la lista.

No obstante, aunque el chaval nacido en Esplugues de Llobregat y que cumplió los 16 años el pasado mes de julio, juegue con La Roja, podrá elegir todavía a Marruecos en el futuro. Para evitar casos como el de Munir, la FIFA cambió la norma en 2020 y aprobó que puedan cambiar de selección aquellos jugadores que hayan disputado hasta tres partidos antes de los 21 años, aunque sean oficiales. Al jugador se le vio celebrando la eliminación de España por Marruecos en el pasado Mundial de catar. "Es un niño y seguramente se arrepentirá. Él quiere estar con nosotros y es un valor de futuro muy importante", le excusó De la Fuente.

"Es más maduro de la edad que tiene y es un futbolista que puede ser diferencial. Puede marcar una etapa en el club. Su toma de decisión casi siempre es la correcta. Es inteligente. Es extraordinario...", proclamó hace días Xavi Hernández, entrenador del Barça, en alusión al adolescente blaugrana, que salió ovacionado en el último partido liguero del equipo frente al Villarreal después de su segunda titularidad consecutiva. El atacante se convirtió el pasado mes de abril en el debutante más joven de la historia del FC Barcelona en la Liga con solo 15 años y 290 días. Más bisoño que Ansu Fati (16 años, 9 meses y 25 días). Más pequeño que Bojan (17 años justos). Más crío que Gavi (17 años y 24 días). Un tesoro que entró en las categorías del Barcelona con apenas 7 años, y desde entonces su ascenso ha sido meteórico.

Lamine Yamal -que ejerce como extremo derecho a pierna cambiada- ya ha tocado tres escalones de la selección española: sub 15 (seis partidos y tres goles), sub 16 (4 partidos y 1 gol), sub 17 (10 partidos y 8 goles, y subcampeón de Europa) y con la sub 21 debutó jugando 23 minutos ante Alemania el 25 de octubre de 2022. "No tengo miedo, intento dedicarme solo a jugar a fútbol, que es lo que me gusta y lo que se me da bien", dijo el jugador recientemente. Su futuro solo depende de él y de que tenga los pies en el suelo. Necesita cuidados especiales para que más adelante derrame con garantías toda su la esencia futbolística que tiene en sus pies.

El jugador sabe también lo que es meterse en algún lío cuando fue castigado por la Federación Española de Fútbol y el club azulgrana después de un acto de indisciplina que protagonizó junto a un jugador del Real Madrid y otro del Atlético cuando estaba concentrado en el Algarve (Portugal) con la sub-17 que dirige Julen Guerrero.

Hijo de madre ecuatoguineana y de padre marroquí, Lamine Yamal nació en el municipio de Esplugues de Llobregat. Su familia ha vivido en Granollers y también en el barrio de Rocafonda, en Mataró, uno de los barrios con la renta per cápita más baja de Cataluña y con fama de conflictivo. Su padre, Mounir Nasraoui, tuvo una trifulca con algunos simpatizantes de Vox en Mataró hace unos meses y fue multado con más de quinientos euros. Su madre, Sheila Ebana, asegura que Lamine Yamal -a quien no le gusta que le digan solo Lamine, puesto que es un nombre compuesto- es ecuatoguineano y que cuando todavía era un niño, lo llevó a conocer su tierra.

Los vídeos de Lamine Yamal circulaban por la red ya desde antes de su debut con el Barcelona y los elogios se sucedían por el desborde y atrevimiento que ahora parece estar en peligro de extinción en el fútbol moderno. El jugador, que tiene al conocido Jorge Mendes como representante, destaca por sus regates y condiciones técnicas propias del clásico futbolista callejero atrevido, con visión de juego y determinación. Único y especial como su nombre, el jugador continúa escribiendo su historia.

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