fútbol

El Alfindén asegura que el acta del polémico partido de infantiles "dista mucho de la realidad"

El coordinador admite que hubo insultos graves en el choque ante Cristo Rey, pero niega las agresiones que refleja el escrito. Remitirán un escrito a la Federación para dar su versión.

Campo de fútbol del Cristo Rey, donde sucedieron los hechos.
Campo de fútbol del Cristo Rey, donde sucedieron los hechos.
Heraldo

El Alfindén E. F. B. niega el relato que se desprende del acta arbitral del partido que enfrentó a su equipo de 3ª Infantil con el Cristo Rey el sábado pasado. Según el escrito del colegiado, hasta siete jugadores del equipo de La Puebla –de en torno a los 12 años– agredieron a seis del club colegial, en una especie de batalla campal que acabó con cuatro expulsados y dos jugadores del Cristo Rey en el hospital por lesiones leves. El coordinador y vicepresidente del Alfindén, David Trullén, admitió parte del relato arbitral, pero sostuvo que en algunos aspectos "dista mucho de la realidad".

El escrito que redactó el trencilla especifica unos graves incidentes que incluyeron insultos y agresiones, todas por parte de jugadores y aficionados del Alfindén. Según este documento oficial, remitido a la Federación al terminar el partido, una falta a favor del Cristo Rey desencadenó una serie de agresiones y de insultos graves. El árbitro refleja hasta seis lesiones provocadas a otros tantos jugadores del equipo local: dos con dolencias en la espalda, uno en el tobillo, otro en la pierna, otro en el muslo y uno más en la mandíbula. Siempre según este documento, hubo un jugador que propinó «hasta 15 patadas» en la espalda a futbolistas locales que estaban tendidos sobre el terreno de juego "causándoles lesiones" y otro, cinco más.

"El árbitro cuenta hasta 15 patadas... El sentido común dice que si esto hubiera sido así, el propio árbitro, los padres o los entrenadores hubieran intervenido antes", señala Trullén. El coordinador del club de La Puebla, junto con otros miembros de la directiva, se reunieron ayer con los jugadores, entrenadores y padres implicados para conocer de primera mano su versión de los hechos. Trullén señala que los chicos admiten que hubo insultos –el árbitro refleja en el acta que le llamaron "un hijo de la grandísima puta, gilipollas, cabronazo y retrasado de mierda"–, pero no agresiones. Sobre las visitas que tuvieron que hacer a la Clínica dos jugadores del Cristo Rey, asegura que "no fueron golpes de pelea" sino "lances del juego", a pesar de que el acta arbitral refleja con crudeza lo sucedido, con patadas y codazos sin balón.

Por todo ello, el Alfindén va a remitir a la federación y al colegio de árbitros un escrito dando su versión de los hechos. "Hubo actuaciones de nuestros chicos que no se pueden permitir, y van a recibir un castigo ejemplar. Pero hubo cosas que no fueron como refleja el acta", insiste Trullén. El Comité de Competición de la Federación Aragonesa de Fútbol se reunirá en principio mañana para decidir las sanciones que se imponen.

Ayer fue imposible contactar con ningún responsable del Cristo Rey que diera su versión de los hechos. No obstante, el lunes no pusieron peros en sus declaraciones al acta y denunciaron que sus chavales acabaron "aterrorizados" por lo que había pasado en el terreno de juego. "Nos dijeron que no quieren ir a La Puebla al partido de vuelta", señalaron. 

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