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El Teruel por fin pudo jugar en Pinilla un mes después

El conjunto de Víctor Bravo ha jugado fuera de casa desde que Filomena descargó la nevada sobre la ciudad mudéjar.

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Los jugadores del Teruel celebran un gol este domingo sobre el césped de Pinilla.
Javier Escriche

Un mes y cuatro días. Parece una condena… Un mes y cuatro días después, el Club Deportivo Teruel volvió a jugar en Teruel, en su campo de Pinilla. Desde el 27 de diciembre no jugaba el equipo mudéjar en su feudo. Se lo impidió Filomena, la borrasca que depositó nieve en cantidades industriales sobre Teruel. Dejó de nevar, pero la nieve no desapareció. Las gélidas temperaturas, con noches de hasta 20 grados bajo cero, transformaron la nieve en hielo. Este domingo regresó el conjunto que gestiona Víctor Bravo a su campo. No ante su fiel público, pues no se puede acceder a la grada por la pandemia; pero por fin pudo pisar su césped. El Teruel venció por 2-1 al Binéfar, y pasa a comandar la clasificación del Subgrupo A de la Tercera División.

"Es duro no poder jugar en tu campo. No había público, que para nosotros ya es un hándicap muy importante, pues en Pinilla el público aprieta mucho, nos da alas; pero al menos hemos vuelto a pisar el césped. Cuesta creerlo, pero desde el año pasado no lo hacíamos", señaló Víctor Bravo, técnico del club turolense.

Enero ha sido duro para el Teruel, tanto como su clima. "El 6 de enero jugamos en Fraga y logramos ganar (1-2) a domicilio. El partido del 17 de enero, que jugábamos en Teruel ante el Monzón, se suspendió. Después, el 24 de enero, fuimos a Belchite, donde sacamos un punto (1-1). Y ahora le acabamos de ganar al Binéfar", sintetizó Víctor Bravo.

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Toda esta nieve hubo que retirar del campo de Pinilla.
Heraldo

La hierba, pese a la erosión salvaje del hielo, se encontraba apta para el juego. "José Antonio, que cuida el campo, ha trabajado a destajo. Y todo el mundo. Con todo lo que ha pasado en enero, el césped estaba en un estado más que aceptable. El esfuerzo ha sido mucho y se lo agradecemos. Todos tenemos una gran ilusión para que el Teruel pueda regresar a la Segunda B, y jugar cómodos como locales es fundamental", argumentó el técnico.

Extinguida Filomena, el Teruel retornará a su dinámica convencional. "Entrenamos en Zaragoza, pero queremos pisar nuestro campo el sábado para hacernos más a él y competir lo mejor que podamos. La categoría está muy igualada, hay muy buenos equipos en nuestro grupo y tenemos que saber jugar el factor campo. Tenemos que hacernos fuertes en Pinilla si queremos alcanzar el objetivo del ascenso", reiteró Víctor Bravo.

Si el Teruel no jugaba en su casa desde el 27 de diciembre, el Calamocha no lo hace desde una semana antes, desde el 20 de diciembre. El equipo que dirige Sergio Lagunas perdió ese día en Jumaya ante el Borja (0-1). Congelado su campo en medio de la Siberia aragonesa, el Calamocha ha jugado en enero como local en Zaragoza. Así, el 17 de enero venció al Sabiñánigo (2-1) en el estadio Pedro Sancho de la capital aragonesa. En el mismo escenario, superó el 24 de enero al Épila (1-0). El próximo día 7 de febrero, Dios y el tiempo de Teruel mediante, el Calamocha volverá a su feudo para recibir al sorprendente Cuarte de Ricardo Gil. Vuelve el fútbol a Teruel y a Calamocha.

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