Premio a la inquebrantable fe del Sevilla

Remontada para la historia del Sevilla, que añadió a su brillante currículum en Europa una épica victoria en un partido que llegó a perder 0-2 y acabó ganando con un doblete de En-Nesyri cuando estaba con un jugador menos por la expulsión de Navas. El equipo de Lopetegui experimentó de forma empírica la ley de Murphy en su encuentro frente al Krasnodar. Enuncia ésta que si algo puede salir mal, saldrá mal, y así le ocurrió en un duelo que dominó a placer y mereció ganar cómodamente, pero en el que acabó abocado al milagro por tres despistes que cometió en todo el partido. En el primero, contraataque ruso y falta de Koundé al borde del área que Suleymanov convirtió en un golazo; en el segundo, penalti del central francés y tanto de Berg; y en el tercero, ya con 1-2 después de que Rakitic recortase distancias, la roja a Navas cuando Olsson se plantaba solo ante Vaclík.

Con semejantes condicionantes negativos cualquiera podría haber arrojado la toalla y dejado la resolución de su clasificación a octavos de la Champions para el partido de Rusia, pero el Sevilla tiene grabado a fuego en el ADN una frase del himno de su centenario: «Dicen que nunca se rinde». Así ocurrió en una segunda parte donde se dejó todo sobre el césped del Pizjuán, primero en busca insistente del gol y luego con una defensa numantina del premio que tanto se empeñó en conseguir a través de un héroe inesperado, En-Nesyri, que entró desde el banquillo para firmar un doblete y la remontada definitiva como recompensa a la fe.

Lopetegui optó de inicio por refrescar su once en algunas posiciones hasta ahora inamovibles, no en vano lo cargado del calendario pesa ya sobre las piernas de alguno de sus fijos. Así, entró Vaclík por Bono bajo palos, Escudero por Acuña en el lateral izquierdo, Gudelj por Fernando en la posición de pivote y Munir en lugar del lesionado Suso por el carril derecho del ataque sevillista.

Ocampos, siempre peligroso para el rival, fue el primero en trasformar el dominio del Sevilla en los primeros compases en una ocasión de peligro, con un disparo desde la frontal que desvió a saque de esquina Safónov, no sin apuros. La presión alta de los pupilos de Lopetegui era un auténtico dolor de cabeza para el Krasnodar, condenado a permanecer encerrado en su campo. Con este panorama, el partido pudo ponerse de cara pronto, pues el alemán Felix Brych apreció penalti a Joan Jordán sobre el césped, un extremo que descartó acertadamente tras aviso del VAR y consulta en pantalla.

Precisamente el centrocampista catalán desaprovechó minutos después una buena ocasión de gol rematando arriba un gran servicio de Luuk de Jong. Del Krasnodar, apenas noticias. Nada indicaba por tanto que el partido se fuera a complicar en el único despiste sevillista hasta el momento, con un contraataque que Koundé se vio obligado a frenar en falta al borde del área. Suleymanov, una de las perlas del ambicioso proyecto de cantera ruso, tiró de magisterio en el lanzamiento a balón parado con pierna zurda y Vaclík solo pudo hacer la estatua.

El inesperado revés hizo mella en el Sevilla, que se complicó aún más la vida en un penalti absurdo de Koundé. El central francés trató de controlar el balón en el área, se le fue largo y se llevó por delante la pierna del veterano sueco Berg, que transformó con aplomo desde los once metros para zozobra del equipo andaluz, que no podía explicarse cómo el marcador estaba 0-2 en contra tal y como discurría el encuentro cinco minutos antes.

Al Sevilla, al que le lleva costando hacer goles toda la temporada, le fallaba esta vez su virtud de blindar la propia puerta. Mal asunto. Lopetegui estudiaba en su pizarra cómo cambiar la dinámica y optó finalmente por meter profundidad por la banda con Acuña y llegada desde el centro del campo a través de Óscar Rodríguez. Mientras, el Krasnodar pasaba a vivir cómodamente replegado en defensa de su ventaja. Ya recuperado del golpe, siguió insistiendo el equipo blanquirrojo y Rakitic pudo recortar distancias en un disparo detenido por Safónov, pero el elevado volumen de acercamientos apenas se traducía en ocasiones.

Amenazaba el descanso con un muy mal resultado y en esas apareció de nuevo Rakitic para cabecear a la red un centro de Jordán. Más que merecido premio al coraje de un equipo que acabó embotellando al rival en su propia área hasta el intermedio. De hecho, cuando parecía que el Sevilla estaba en condiciones de remontar un duelo tan cuesta arriba, otro contraataque ruso y nuevo mazazo, con la roja directa a Navas, que trabó a Olsson cuando se plantaba ante Vaclík.

Con uno menos y la misión de remontar el partido en la segunda parte, el Sevilla no se vino ni mucho menos abajo. En la segunda parte el dominio continuó siendo local, con ocasiones para Munir y por partida doble de Óscar, que en la segunda se topó con el larguero. Cualquiera que no supiera lo que había ocurrido en la primera parte podía pensar que era el Krasnodar el que jugaba con uno menos. Tanto ímpetu sevillista lo recompensó En-Nesyri, un héroe que pocos esperaban pero que entró para ser brazo ejecutor mediante un doblete de una remontada defendida con uñas y dientes en el tramo final y que deja muy encarrilado el pase sevillista a la fase eliminatoria de la Champions.

FICHA TÉCNICA

Sevilla: Vaclík, Navas, Koundé (Óscar Rodríguez, min. 34), Diego Carlos, Escudero (Acuña, min. 34), Jordán (Fernando, min. 60), Gudelj, Rakitic, Ocampos, Luuk de Jong (Rekik, min. 83) y Munir (En-Nesyri, min. 60).

Krasnodar: Safónov, Cristian Ramírez (Sorokin, min. 46), Martynóvich, Kaio, Chernov, Gazinski, Olsson, Suleymanov, Utkin (Wanderson, min. 75), Sabua (Spertsyan, min. 34 (Claesson, min. 64)) y Berg.

Goles: 0-1: min. 17, Suleymanov, de falta. 0-2: min. 21, Berg, de penalti. 1-2: min. 42, Rakitic. 2-2: min. 69, En-Nesyri. 3-2: min. 72, En-Nesyri.

Árbitro: Felix Brych (Alemania). Amonestó a Koundé, Óscar Rodríguez, Spertsyan, Kaio y Berg. Expulsó a Navas.

Incidencias: Partido de la tercera jornada en el Grupo E de la Champions disputado en el Sánchez-Pizjuán a puerta cerrada.