Casi la mitad de los clubes profesionales ya se han apretado el cinturón

Paralizado, el fútbol español afronta la crisis sanitaria del coronavirus con la supervivencia económica como principal objetivo a la espera de que se definan las fechas y las condiciones del regreso del campeonato. El decretado estado de alarma, vigente desde el pasado 14 de marzo, y la consiguiente merma en los ingresos de los clubes profesionales de Primera y Segunda División ha llevado ya a casi la mitad, 18 de los 42 que conforman las dos competiciones, a solicitar un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) o bien a negociar una reducción salarial con sus trabajadores, tanto futbolistas y técnicos como el resto del personal. El último en anunciarlo oficialmente este sábado ha sido la SD Huesca.

El Real Zaragoza y la SD Huesca no son ajenos a esta realidad, a los mecanismos que se están comenzando a emplear para combatir los efectos del Covid-19 en las arcas de unos equipos que verán mermados sus ingresos en lo referido a patrocinios, venta de entradas o merchandising. Sobre todo, por los derechos televisivos que aún restan por percibir y que dependen de que se decida reanudar o no las competiciones a partir del mes de junio. Los clubes recibieron de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y por adelantado las cantidades económicas correspondientes hasta el 31 de mayo.

El Real Zaragoza comunicó el pasado 2 de abril la reducción de salarios de los profesionales del primer equipo, jugadores y técnicos tras las negociaciones llevadas a cabo con la plantilla en las últimas fechas. Asimismo, la presentación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo que afecta a personal no deportivo, con la excepción del que desempeña tareas esenciales y con lo que se pretende garantizar la viabilidad del club.

Una medida tomada, según expresó la entidad blanquilla en un comunicado, ante “la crisis sanitaria sin precedentes y las graves consecuencias económicas directamente derivadas de esta inopinada situación”, con conversaciones “que se han resuelto con rapidez y prontitud, debido a la buena disposición de la plantilla y a su voluntad de brindar su colaboración en las actuales circunstancias”, y queriendo “proteger los puestos de trabajo de sus empleados, custodiados bajo la forma jurídica adoptada por el club ante el incierto horizonte económico abierto por la expansión de la epidemia”.

El objetivo es la preservación del futuro de cada entidad a corto, medio e incluso largo plazo. El ERTE es, en ese aspecto, una garantía avalada por la LFP, que insta a los clubes a decantarse por ella. Sin embargo, encuentra la resistencia de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), que señala la incongruencia de aplicarlo cuando los futbolistas siguen trabajando desde sus casas y aboga por que se consensúe con los futbolistas una bajada de sueldo o la reducción de jornada.

Siete clubes de Primera División (FC Barcelona, Atlético de Madrid, Sevilla, Espanyol, Osasuna, Valladolid y Alavés) y once de Segunda (además de SD Huesca y Real Zaragoza, UD Las Palmas, Racing de Santander, Tenerife, Albacete, Lugo, Ponferradina, Sporting, Almería y Elche) se han aferrado ya a un ERTE o a la reducción de salarios. Una cifra que aumentará en las próximas fechas y unas pautas comunes a la mayoría de clubes.

También hay matices. El Barça se situó a la vanguardia ya a finales del mes de marzo y anunció una reducción del 70 % en los emolumentos de la primera plantilla. El ERTE, que entrará en vigor este martes, se aplicará a 309 de los 540 trabajadores y estos cobrarán la totalidad de sus salarios gracias a la aportación de los futbolistas del equipo de Quique Setién.

En el Atlético, el expediente también acarrea una bajada del 70 por ciento de los salarios de los técnicos y jugadores del primer equipo masculino, como también del filial y del femenino. Al igual que sucede en el Barcelona, el acuerdo permite complementar el salario de 430 empleados afectados por el ERTE con las aportaciones de la primera plantilla y el comité de dirección del club colchonero.

A falta de que se haga oficial, en el otro grande del fútbol español, el Real Madrid, la dirección y los jugadores alcanzaron un consenso para que la rebaja salarial oscile entre el 10 % si se juega lo que resta de temporada o el 20 % si esta se acaba cancelando. Esta afectará al primer equipo blanco, al Real Madrid Castilla y a la sección de baloncesto con esfuerzos coordinados para evitar un ERTE para los cerca de 800 empleados de la entidad y unos salarios evidentemente muy alejados de los de sus estrellas.

Algo similar a lo que han perseguido la SD Huesca y el Real Zaragoza y a lo que ha puesto en práctica Osasuna, donde directivos y plantilla se bajarán el sueldo entre un 10 y un 20 %. Si no concluye el campeonato, los trabajadores del club navarro han rubricado un acuerdo por el que renunciarían a una paga extra y a un 2 % adicional, un total cercano al 10 % del salario anual.

En la categoría de plata el primer club en dar el paso fue la UD Las Palmas en los últimos días del mes de marzo. El Racing de Santander, otro de los pioneros a la hora de aplicar un ERTE, respondió en su comunicado a otra de las dudas abiertas durante esta crisis sanitaria y económica. La reducción de riesgos contractuales y laborales es posible puesto que, con la presentación del expediente, con carácter retroactivo desde la fecha del 14 de marzo, el club se asegura la prolongación de los contratos de manera automática más allá del 30 de junio y con una duración idéntica a la del tiempo de la suspensión.