Entusiasmo en la vuelta al trabajo

La lesión de Álvaro Márquez marcó una sesión en la Ciudad Deportiva a la que acudieron más de mil aficionados.

Las gradas de la Ciudad Deportiva se llenaron ayer.
Las gradas de la Ciudad Deportiva se llenaron ayer.
Guillermo Mestre

Agotados los seis días de permiso vacacional tras la victoria frente al Extremadura en el último encuentro del 2018, la plantilla del Real Zaragoza, a las órdenes de un motivado Víctor Fernández, regresó este sábado al trabajo en la Ciudad Deportiva con ilusiones renovadas en una brillante y soleada mañana de diciembre. Como novedad, la vuelta a los entrenamientos vino acompañada del calor de los aficionados, en una jornada de puertas abiertas que unos 1.200 zaragocistas aprovecharon para ver de cerca la dinámica de su equipo.

Pegados a las vallas de protección con el correspondiente gesto de felicidad, la multitud de niños fue el espejo de una hinchada movida por la ilusión y la esperanza de cara a un 2019 que dé continuidad a lo visto en la última jornada. El motor del Zaragoza es la afición, y de nuevo, así se lo hizo saber al cuadro aragonés, a sus futbolistas, los que representan al escudo en el campo y a los que más de 27.000 abonados respaldan este curso.

Álvaro, la nota negativa

El delantero badalonés firmó el parte negativo en la jornada matinal, puesto que se retiró lesionado a los pocos minutos del inicio de la sesión preparatoria. por unas molestias musculares en el gemelo de la pierna izquierda. Todo apunta a que se trata de una rotura fibrilar que le mantendrá apartado de los terrenos de juego entre dos y tres semanas, dependiendo de la evolución que siga el jugador una vez finalizados los días de reposo. En este capítulo de lesiones, tanto Alberto Benito como Cristian Álvarez se ejercitaron de manera individual; no obstante, ambos estarán disponibles para el próximo partido en El Molinón. También.

La fe del capitán

Alberto Zapater, máximo referente del zaragocismo tanto dentro del vestuario como fuera de él, mostró su ilusión por la nueva etapa y ambiente positivo que respira equipo y afición. "La fe mueve montañas y es mejor tener ilusión y pensar que vas a ganar en Gijón que pensar van a perder todos los partidos", contempló el zaragozano, consciente de que "tenemos que saber que con la camiseta y el escudo no se gana, pero tenemos detrás a la afición más grande de la categoría".

El capitán del barco aragonés, aprovechó su comparecencia para agradecer a Víctor Fernández su ayuda en un momento delicado: "Pase lo que pase hay que darle las gracias. En estos pocos días que llevo con Víctor me recuerda a mí cuando volví, desbordado de ilusión", aseveró.

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