El Zaragoza Femenino cayó ayer en su visita al cuarto clasificado de la liga, el Granadilla, por dos goles. Pisco, antes de la media hora de juego, y María José desde el punto de penalti, a diez minutos del final, acabaron con las opciones del conjunto aragonés. Las de Alberto Berna deberán seguir peleando para acercarse a la salvación, que continúa a nueve puntos.

El juego se desarrolló en el centro del campo durante los primeros compases del partido. Sacudidos los nervios iniciales, comenzó a aparecer el potencial ofensivo del Granadilla. Oihana tuvo que aparecer en dos acciones antes del ecuador de la primera parte. Primero, desviando a córner una falta desde la frontal y, luego, salvando un peligroso remate. Eran los momentos más complicados para el Zaragoza Femenino. Las aragonesas tenían dificultades para hacerse con el esférico y, cuando se hacían con él, mostraban dificultades para serenar el juego, atenazadas. Mientras, el equipo tinerfeño se desenvolvía con arte entre tanta zozobra. Las locales se aproximaban con peligro a la portería aragonesa. A la media hora, de nuevo un gran intervención de Oihana privó a una jugadora del Granadilla de perforar la meta del Zaragoza CFF. Tanto fue el cántaro a la fuente que, sólo dos minutos después, llegó el gol local tras un mal despeje de la defensa zaragozana. Pisco marcó con un perfecto disparo desde la corona del área. El conjunto de Alberto Berna se sacudió el dominio en el tramo previo al paso por vestuarios, con una activa Coleman, pero quien acabó golpeando fue el Granadilla con una clara ocasión.

En la segunda mitad, las aragonesas gozaron de más posesión y merodearon la puerta de Pili, aunque sin profundidad. Sin embargo, el Granadilla pudo ampliar en dos peligrosas acciones. El Zaragoza Femenino no aprovechó su dominio del esférico y su cercanía a la portería tinerfena y, tras una mano en el área aragonesa, María José –tercera máxima goleadora de la competición– cerró el partido desde los once metros. Toca seguir remando.