El zaragozano Diego Gómez, a la altura de Messi o Cristiano

El veterano delantero aragonés de 38 años, actualmente en el Teruel, alcanzó este domingo los 400 goles en su dilatada carrera deportiva.

Diego Gómez, delantero del Teruel.
Diego Gómez en el momento en el anota en gol 400 de su carrera deportiva, este pasado domingo con el Teruel.
Heraldo.es

A Diego Gómez siempre se le han caído los goles del bolsillo. El delantero zaragozano es un especialista del área, un atacante letal, en idilio constante con el gol desde el siglo pasado, cuando comenzó su carrera profesional en el Utebo en 1997. A sus 38 años (cumple 39 en enero), el ex del Huesca, el Logroñés o el Mirandés alcanzó el pasado domingo con la camiseta del Teruel la redonda cifra de 400 goles. Un registro, independientemente de la categoría, solo a la altura de los grandes delanteros contemporáneos como Messi (475 goles con el Barcelona) o Cristiano Ronaldo (495 con el Real Madrid, el Manchester United y el Sporting de Lisboa), por citar algunos de los más mediáticos.


Diego de mediático no tiene tanto como el astro argentino o el portugués, pero posee un olfato de gol que le ha hecho disfrutar de una carrera deportiva longeva y productiva hasta alcanzar los cuatro centenares de goles. "Para mi es un motivo grande de satisfacción alcanzar los 400 goles. Es una cifra en la que veo reflejada el trabajo de tantos años y de una trayectoria para estar muy contento", explica el propio delantero.


El gol 400 fue como tantos que ha marcado el zaragozano, "un rechace en un centro al área en el que me anticipé al portero metiendo la puntera", comenta. Un tanto de listo, de jugador que conoce al milímetro los registros del área. Era su quinto gol del curso con el Teruel tras haber dejado atrás recientemente una dolorosa fisura en las costillas que le había tenido parado dos meses. Tras el gol 400, que supuso el 2-0 ante el Belchite, Diego Gómez anunció a través de las redes sociales la redonda cifra y comenzó a recibir "numerosas muestras de cariño, apoyo y felicitación por parte de la gente del fútbol aragonés y de distintos sitios de España", relata. "Con estos mensajes te das cuenta de todo lo que has vivido estos años, de los importantes momentos que has compartido con tanta gente y de todo lo que he conseguido", reflexiona.


Y, ¿con cuál de los 400 goles se queda Diego Gómez? "Con el primero, que marqué con el Utebo, y con el último, el 400. He marcado goles importantes pero al final los que sirven son los que ayudan al equipo a cumplir los objetivos", responde con humildad. "Al final, a los delanteros se nos mide siempre por la cantidad de goles más allá de todo el trabajo que hacemos dentro del campo. Y hay que convivir con ello", analiza. Por eso, a Diego y sus goles le ha ido tan bien en el fútbol en estas 18 temporadas como profesional. "Quitando alguna lesión que me ha llevado a determinados periodos de inactividad, como cuando me rompí el brazo, siempre he hecho goles", reconoce.


¿La clave? Como siempre, la ilusión en el trabajo. "Lo primero y más importante es que hay que tener ilusión por jugar. Hacer lo que te gusta y disfrutar del día a día. No solo esperar el partido del domingo, hay que aprovechar cada entrenamiento. Luego, siempre he tratado de estar en clubes importantes que han peleado por objetivos, esa ha sido mi prioridad. Por último, está claro que es vital mantenerte en buena forma y estar siempre disponible para el entrenador", desgrana el hombre de los 400 goles.

14 equipos en 18 temporadas

Diego Gómez arrancó su trayectoria deportiva en Tercera División en el Utebo, tras haberse formado en las categorías inferiores del Santa Isabel, el Real Zaragoza o el Stadium Casablanca. Ya en su primera aparición se destapó como un anotador de grandes cifras, marcando 17 tantos en su debut en Tercera. Firmó por el Endesa Andorra y engrosó su registros llegando hasta los 21. Su juventud, olfato y proyección le hicieron llegar en 1999 al Huesca, entonces en Tercera, donde marcó 37 dianas (31 en liga, 2 en el play-off de ascenso y 4 en Copa Federación).


El Huesca no logró ascender de categoría, pero Diego Gómez sí. Sus cifras no pasaron desapercibidas en Segunda División B y el Castellón apostó por él. Pasó seis años en la categoría de bronce del fútbol español (Castellón, Zamora, Logroñés, Mirandés, Baza y Alcorcón) y en varias ocasiones estuvo a un paso de dar el salto a Segunda. "No he llegado a Primera o Segunda y es una espinita que tengo clavada. Lo cierto es que hubo diferentes momentos con ofertas y opciones reales pero que no se concretaron por circunstancias de los contratos. Es algo que tengo en el debe, pero sigo estando más que contento con mi carrera", afirma el delantero.


Diego volvió a Aragón y en las últimas temporadas ha jugado en el Ejea, el Borja, el Tarazona, el Sariñena, el Andorra y desde junio en el Teruel. Para el recuerdo, el curso 2007-2008 en el que rompió a marcar goles con el Ejea hasta alcanzar los 51. ¡Medio centenar de goles en una temporada! "Aquel año me salieron muy bien las cosas, estaba en un gran estado de forma. Conseguimos ser campeones, pero después nos quedamos a las puertas del ascenso en el 'play off'", afirma. "Y de esas tengo varias", lamenta.


Con los 39 años ya en el horizonte, ¿hasta cuándo va a seguir Diego Gómez perforando las porterías de Aragón? "Hasta que las piernas me respondan. Tengo el título de Técnico Deportivo Superior Fútbol (nivel III) y habrá que cuál es el momento oportuno para hacer el cambio. Será cuestión de sensaciones y de las oportunidades que se presenten. Si estoy como ahora seguramente continúe, como poco, una temporada más", manifiesta. Y, en ese sentido, lanza un deseo al aire: "Ojalá sea con el Teruel en 2ªB. Es un ascenso que la ciudad se merece muchísimo, sería la guinda a mi carrera y para eso trabajamos todos día a día", apunta.



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