Real Madrid

¿Dónde está el Real Madrid de José Mourinho?

El conjunto blanco sumó el sábado ante el Sevilla su segunda derrota en cuatro partidos de liga, cosechó hasta el momento cuatro puntos sobre 12 posibles y se ubica a ocho de su máximo rival, el líder Barcelona.

 


Falta de actitud, cabezas sin compromiso y ausencia de equipo: las acusaciones de José Mourinho intentan encontrar las razones del mal inicio de temporada de un Real Madrid muy diferente del que se consagró campeón de la Liga española de fútbol unos meses atrás.


El conjunto blanco sumó el sábado ante el Sevilla su segunda derrota en cuatro partidos de liga, cosechó hasta el momento cuatro puntos sobre 12 posibles y se ubicó a ocho unidades de su máximo rival, el líder Barcelona.


"Es sorprendente lo del Madrid. No sé lo que le puede pasar porque yo no estoy ahí", afirmó este lunes el jugador del Barcelona Sergio Busquets, que advirtió, sin embargo, que solo se llevan jugadas cuatro jornadas y que cualquier cosa podrá pasar en el futuro.


El equipo de la capital española mostró todo su potencial en la final de la Supercopa de España, en la que dominó al Barcelona y se adjudicó el título, pero luego cayó en un espiral de desconcentración futbolística en liga.


"Me preocupa mi equipo, me preocupa que desde que empezó la temporada, jugamos la Supercopa de España y no jugamos nada más", afirmó en Sevilla Mourinho, que agregó: "Mi preocupación es esa: más que los puntos, es que en este momento no tengo equipo".


El Real Madrid vivió un clima de desorden a lo largo de los cuatro partidos que disputó hasta el momento.


Posiblemente, los dos mayores conflictos futbolísticos se encontraron en las dos áreas: se mostró demasiado vulnerable en las jugadas a balón parado de los rivales e inusualmente errático a la hora de anotar goles.


El Real Madrid sufrió goles de pelota parada en los partidos contra el Valencia, Getafe y Sevilla, precisamente en los que dejó puntos en el camino. Además, sumó apenas cinco goles a favor, siete menos que el Barcelona de Tito Vilanova.


"Es cierto que llegó el momento de plantearnos qué podemos mejorar y cambiar ciertas cosas. Es el momento de cambiar de actitud. Yo siempre digo que aquí somos todos culpables: del primero al último", afirmó Sergio Ramos.


Como si fuera poco, la crisis futbolística del equipo de Mourinho se vio contaminada en las últimas semanas por la parafernalia acerca del estado de ánimo de Cristiano Ronaldo.


El portugués dijo estar triste, dejó el suspense sobre los motivos y generó un circo de especulaciones y rumores sobre conflictos internos, reclamos de mejores económicas y hasta posibles deseos de abandono del barco blanco.


Mourinho, por su parte, se encargó de denunciar de manera implícita ese clima que él mismo calificó como "historias de revistas del corazón".


"Esto tiene que ver con un estado de espíritu colectivo, con cabezas comprometidas, concentradas en que el fútbol es lo prioritario en su vida. Ahora hay pocas cabezas comprometidas y cuando hay pocas cabezas comprometidas es complicado", sentenció el portugués.


Josep Guardiola afirmó, después de que el Barcelona ganara las seis competiciones disputadas en 2009, que lo más difícil para el futuro era que su plantilla pudiera mantener intacta la ambición por ganar más títulos.


Mourinho quizás tenga la posibilidad de contagiar esa ambición a su equipo a partir del martes, cuando el Real Madrid inicie su participación en la Liga de Campeones contra el Manchester City y afronte la búsqueda del máximo título continental, ausente en las vitrinas blancas desde 2002.


Respecto a la liga, todos los integrantes del Real Madrid saben que las posibilidades de defender el título siguen latentes.


Sin ir más lejos, el equipo de Mourinho inició la temporada pasada con siete puntos conseguidos sobre 12 posibles y luego se coronó campeón con el récord histórico de 100 unidades.