Sobornos en la FIFA

Alemania y Blatter, en guerra

El presidente de la FIFA, Joseph Blatter
Blatter pide una alternativa a las tandas de penaltis
EFE

El fútbol alemán y el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, se han enzarzado en una guerra de declaraciones en la que se piden dimisiones y se insinúan compras de votos.


Pocos días después de que importantes dirigentes del fútbol germano, el más potente por número de licencias en Europa, pidieran su dimisión, Blatter insinuó en una entrevista publicada irregularidades en la elección de Alemania como sede del Mundial de 2006.


"Mundiales comprados...", dijo al dominical del diario suizo  'Blick' cuando se le preguntó por las dudas despertadas tras la entrega de los campeonatos de Rusia 2018 y Qatar 2022. "Eso me recuerda al de 2006, cuando en el último momento alguien abandonó la habitación. Y así, en vez de un 10-10 en la votación pasamos a un 10-9 para Alemania".


"Yo estoy contento porque no tuve que dar mi voto de calidad. Pero bueno, de repente uno se levantó y se fue. Quizá fui yo entonces demasiado bondadoso e inocente", añadió Blatter, que a la pregunta de si creía que la votación fue comprada dijo: "No, yo no supongo nada. Yo constato".


La reacción no se hizo esperar en Alemania. "No puedo entender las palabras de Sepp Blatter. Para empezar se equivoca ya en el resultado de la votación, que ganamos 12-11 y no 10-9", dijo el jefe del comité organizador del certamen, Franz Beckenbauer, en una entrevista que publica mañana el diario 'Bild'.


El "Kaiser" explicó que "lo decisivo en la votación fue que los ochos países europeos votaron a favor" de la candidatura alemana.

También el secretario general de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Helmut Sandrock, rechazó la versión de Blatter: "Sus insinuaciones nebulosas carecen de cualquier fundamento y parecen tener el único objetivo de desviar la atención de lo que está ocurriendo ahora".


Las declaraciones de Blatter llegan después de la publicación esta semana de las actas del caso ISL, que demuestran que alto cargos de la FIFA recibieron sobornos de la empresa de comercialización de derechos de retransmisión de eventos deportivos.

Alemania es junto a Inglaterra el país de donde proceden las críticas más duras al suizo, tanto de los medios como de los estamentos deportivos y políticos. El presidente de la Liga alemana, Reinhard Rauball, llamó el viernes al jefe de la FIFA para pedirle que dimitiera.


Desde su primera elección como presidente del organismo en 1998, la relación con Alemania es muy fría. La DFB apoyó entonces al rival del suizo, el sueco Lennart Johansson.


Según Blatter, tras la derrota del sueco, el entonces jefe del fútbol alemán, Egidius Braun, aseguró: "Ayer teníamos 111 votos, hoy los tiene Blatter. Los compró ayer en el hotel". El suizo cree que su imagen nunca más pudo desprenderse de esa "acusación infundada".


El hoy máximo responsable de la DFB, Wolfgang Niersbach, no llegó tan lejos, pero sí expresó el sábado su "distanciamiento" de Blatter.


De acuerdo con los documentos hechos públicos por la fiscalía del cantón suizo de Zug, los brasileños Joao Havelange -presidente de la FIFA entre 1974 y 1998 y aún presidente de honor- y Ricardo Teixeira -jefe de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) durante 23 años- recibieron cuantiosos sobornos de ISL.


Blatter, que no fue imputado en la causa, aseguró que sólo supo de los pagos más tarde, tras la quiebra de la empresa en 2001. "La gente que me ataca sabe que es así, pero no aflojan. Quieren que me vaya", dijo. "Yo lo supe más tarde, después del colapso de ISL en 2001", señaló.


Para el suizo, Havelange, que fue su antecesor y gran valedor, "debe irse". "No puede seguir como presidente de honor tras estos hechos", añadió el dirigente, que anunció que solicitará al comité ejecutivo de la FIFA que "el tema sea tratado en el próximo congreso".


Blatter contó al diario suizo que vio por última vez a Havelange, de 96 años, en abril. "Estaba al borde de la muerte. Yo dije que si se levantaba otra vez era un milagro. Y se levantó. Pero no se encuentra bien", señaló.


El suizo de 76 años aseguró además que no descarta presentarse de nuevo a la presidencia en 2015, pese a que hace un año aseguró que sería su último mandato.


"No lo descartaría", dijo Blatter al "Sonntagsblick". "Veremos cómo estoy de salud".