"Lamentablemente, el Levante es un rival directo, aunque nunca hubiéramos querido que así fuera. Nos hubiera gustado que fuese un rival más al que hay que vencer, pero va a ser un adversario directo en la pelea por los puestos de descenso. Estamos a solo dos puntos de ahí". Roberto Fabián Ayala, el veterano y laureado defensa central del Real Zaragoza, enmarcó de esta manera -tan cruel como definitoria- el vital partido que mañana va a jugar el equipo aragonés en Valencia frente al colista Levante. Da igual que los valencianos estén descolgados en la tabla (a 13 puntos del Zaragoza y de la salvación, por tanto). Para Ayala, forman parte del paquete que huele a descenso y del que, por desgracia, el cuadro aragonés forma parte por méritos propios.

A solo 48 horas del importante duelo ante los granotas, Ayala aprovechó su comparecencia en rueda de prensa para, como ya hiciera Oliveira el pasado martes, volver a situar el choque de mañana en una dimensión excepcional. El argentino le otorgó la categoría de partido límite, ante la necesidad perentoria que tiene el Zaragoza por sumar los tres puntos y volver a alejarse poco a poco de la cercanísima zona de descenso a Segunda División.

"Esta es nuestra realidad y, como tal, hay que afrontarla. Todos los partidos desde hoy hasta el final van a ser fundamentales y debemos saberlo todos", señaló al respecto el carismático futbolista zaragocista.

Ayala no se fía de la aparente situación de desahucio que presenta el Levante actualmente. No lo hace por puro respeto al orgullo del rival y, también, por la falta de confianza en sí mismo que puede padecer el Real Zaragoza después de sus últimos resultados cosechados, especialmente el 5-0 de Sevilla. "No sé en qué estado estarán ellos, porque su situación es muy delicada, mucho peor que la nuestra. Pero uno siempre debe pensar que todavía se puede estar peor de lo que estamos. Así que hay que ser realistas y salir a muerte para intentar ganar como sea. No nos queda otra", dijo.

Cuando solo restan 13 partidos para el final del curso y el Zaragoza se ha metido de lleno en los problemas más serios que puede acarrear una Liga -los del descenso-, Ayala tiene su propia teoría respecto de las causas que han arrastrado al cuadro blanquillo a semejante laberinto. "No hemos funcionado bien como equipo en todo el año. No ha habido continuidad en el juego, nunca hemos tenido una identidad propia definida. Y eso se ha pagado con los malos resultados, claro", explicó sin rodeos, de forma rotunda.

Ayala siguió incidiendo en las causas que han provocado que el Zaragoza juegue mañana en el campo del peor con tantísima presión por conseguir una victoria que se hace indispensable: "Un equipo se basa en los rendimientos individuales y, a lo largo del campeonato, individualmente no hemos estado nunca en nuestra mejor versión. El primero que me pongo soy yo. Y cuando eso sucede con todos los jugadores, llega un punto en que llegas a dudar de lo que hace el compañero, la dinámica de resultados es cada vez peor y se hace necesario hablar y 'resetear' (reiniciar el proceso) haciendo solo las cosas básicas, lo más fácil. Es, en estos momentos, la única manera de salir de donde estamos", argumentó.

En este sentido, Ayala valoró muy positivamente el cuarto cónclave que la plantilla ha llevado a cabo a solas a lo largo de la campaña, conjura que, durante más de media hora, tuvo lugar en el vestuario de la Ciudad Deportiva el martes antes del entrenamiento matinal. "La reunión fue muy positiva, se hablaron de muchas cosas y todas para bien, para mejorar", indicó el paranaense.

Por último, entre tantos nubarrones, Ayala se mostró optimista sobre el partido de mañana en Valencia. "Yo me veo capacitado para doblegar al rival. Cada uno debe pensar que siempre hay algo más que dar. Y si igualamos las ganas que le va a poner el Levante, ganamos seguro", vaticinó.