MONTAÑISMO

Están en el Campo Base

Pauner y Alejandre han culminado con éxito el descenso y ya descansan.

Carlos Pauner y Marta Alejandre ya descansan en el Campo Base del Dhaulagiri. Han cumplido su promesa, han conquistado la montaña blanca y ahora disfrutan de un merecido reposo tras todas las emociones vividas. Para Pauner era un reto, para Marta una hazaña que la iba a convertir en la primera aragonesa de la historia coronar un ochomil. Ambos han escrito estos días una página más en la historia del montañismo, pero ahora llega el momento del descanso y las celebraciones.


Con sus retinas todavía impregnadas de toda la belleza que la vista es capaz de alcanzar desde la cima del Dhaula, los dos montañeros descendieron juntos hasta el Campo III y allí pasaron la noche. Agotados y haciendo acopio de la pocas energías que aún les quedaban, emplearon todo el día de ayer en realizar un complicado descenso. Había que tomar muchas precauciones, todas las que requiere una montaña como el Dhaula. Los riesgos de aludes y las dificultades técnicas se convierten en el día a día de todo el que osa conquistarla.


El descenso costó 4 o 5 horas más de las previstas debido a la extenuación y la falta de alimento que arrastraban los montañeros aragoneses. Tan solo pararon para descansar unas horas y tomar una sopa en el Campo I. Un caldo que seguro supo a gloria ya que llevaban sin ingerir ningún alimento desde que hicieron cumbre.


Sobre las 17.15 (hora española) alcanzaron por fín el Campo Base, completamente agotados pero felices por haber culminado con éxito la primera parte de su arriesgada aventura. Pero todavía queda el segundo asalto. El ascenso al Everest sin oxígeno espera a la expedición aragonesa. El plan previsto pasa por abandonar el 9 de mayo el Campo Base del Dhaula, regresar a Katmandú para descansar un par de días y desde allí coger un helicóptero hasta el Campo Base del Everest.


Hoy será un día para relatar experiencias, celebrar y disfrutar del éxito. Mañana, habrá que empezar a pensar en el nuevo reto. Otra evaluación difícil de superar con nota. Y es que concatenar dos ochomiles es toda una hazaña.