EL DÍA DESPUÉS

Errores repetidos, solución inmediata

El día después Los protagonistas reconocen las lagunas iniciales de intensidad defensiva y solo piensan en trabajar para remediarlo ya.

No lo sé, me gustaría saberlo y explicarlo porque hemos estado toda la semana trabajando en ello. Sabíamos que había que corregir la defensa, mejorarla y nos ha faltado la intensidad necesaria. Quizá sea culpa mía por no saber motivar a los jugadores e insistir más en ello". Esas palabras del técnico del CAI Zaragoza José Luis Abós evidenciaban que su equipo había vuelto a tropezar en la misma piedra, la de un arranque de partido sin agresividad ni concentración. Los errores se repiten y hay que encontrar una solución ya. Porque con las facilidades concedidas a los últimos adversarios las victorias es difícil que lleguen. Lo más positivo de todo es que absolutamente todos los protagonistas tienen detectado el mal que acecha a los rojillos. Pero saberlo no es suficiente, hay que solventarlo de manera inminente.

Uno de los que no va a poder poner remedio en primera persona a causa de su lesión será Carlos Cabezas. Pero el base malagueño, curtido en mil batallas, vio en Valencia a su equipo "con los mismos problemas que venimos arrastrando, con muchas pérdidas de balón en la primera parte y espesos en ataque". El internacional no esconde las carencias del grupo: "Está claro que hay un problema en defensa que se va ajustando conforme pasan los minutos, pero debemos ser consecuentes y cambiar el chip. Tenemos tiempo por delante y hay que empezar con mayores opciones para no ir a remolque todo el partido".

Y es que una vez más el CAI salió dormido al partido. Diez pérdidas de balón, numerosos errores impropios de la categoría, endeblez defensiva y escasa visión ofensiva. Así fue un primer cuarto que volvió a lastrar a los rojillos en Valencia hasta la derrota. Y así no se puede jugar.

Uno de los mejores jugadores en lo que va de temporada, Rafael Hettsheimeir, también lo tiene muy claro. "En Valencia entramos muy blandos, como con el Caja Laboral, y así resulta difícil ganar. No sé qué pasa, pero hay que entrenar y mejorar esto". Su fórmula es simple: "Tenemos que entrar fuertes desde el principio. Si jugamos todo el partido como en las segundas partes tendremos opciones de triunfo". Y ya mira al próximo rival porque "se trata de seguir trabajando y pensar en el Estudiantes".

Ante los vitorianos fueron 20 puntos de desventaja en el inicio del segundo parcial, frente a los valencianos 18 en ese mismo momento del encuentro y aunque el equipo rema (en ambos duelos dio la cara en la segunda mitad) esta liga es muy esclava con quien ofrece tantas concesiones.

Sin las ideas claras en ataque, con un 33 por ciento en tiros de dos, un 20 en triples y sólo dos asistencias y dos recuperaciones poco se puede hacer. Y aún menos si tu permisividad atrás permite que el rival llegue al 62 por ciento en tiros de dos, al 43 en triples y sume hasta seis asistencias y otros tantos robos.

Esos números fueron la base del tropiezo rojillo, pero todo parte de la cabeza de los protagonistas. Los jugadores deben asumirlo y Abós, de una vez por todas, hacer calar su mensaje.