"El Real Zaragoza está muy tranquilo con todo lo acontecido en el traspaso de Aimar al Benfica porque ha actuado siempre de cara y con honradez". Esa fue ayer la máxima con la que el club zaragocista salió al paso de las dudas que se emitieron el lunes desde Lisboa por una parte de los dirigentes benfiquistas. Éstos, cansados de las constantes lesiones, molestias físicas y recaídas de Aimar desde que en julio llegó al club encarnado procedente del Zaragoza, dijeron sentirse en cierto modo engañados por la posible ocultación de datos médicos a cargo de los dirigentes blanquillos.

La voz autorizada del cuadro zaragocista hizo alusión a la legislación vigente en España en el ámbito médico para desmontar de raíz cualquier petición extraordinaria que pudiera argumentar el Benfica en sus intenciones manifestadas hace 48 horas. "Los historiales médicos de cada jugador, como los de cada persona, son materia absolutamente confidencial y no se pueden manejar alegremente en ningún caso por parte de ninguna empresa o club de fútbol", recordó.

El Real Zaragoza tiene muy claro cuál es el procedimiento normal en cada fichaje que un club acomete y así se lo ha hecho saber al Benfica. "En la contratación de un futbolista, los servicios médicos de cada club tienen la obligación y la responsabilidad de realizar reconocimientos exhaustivos y verificar que ese jugador está en perfectas condiciones de jugar al fútbol. Después de que se le da el visto bueno, ya no se puede alegar nada al club de procedencia", se afirmó ayer desde fuentes zaragocistas.

Uniendo los dos razonamientos que confrontan a Benfica y Zaragoza en el proceso del fichaje de Aimar -la ocultación y la confidencialidad de algunos informes médicos-, el club aragonés lanzó un mensaje nítido a los lusos por si quieren seguir ese camino: "En cualquier caso, si consideran que ha podido haber algún dato oculto respecto de las lesiones de Aimar a lo largo de su carrera, la responsabilidad nunca recaerá en el Real Zaragoza. Deberán pedirles explicaciones tanto al jugador, el propio Aimar, como a su representante, Gustavo Mascardi. Además, en el Benfica tiene como entrenador a Quique Sánchez Flores, un técnico que conoce perfectamente a Aimar desde hace muchísimo tiempo cuando coincidieron en el Valencia. En el Zaragoza nadie ha actuado mal", se afirmó ayer desde la sede de La Romareda.

Momentos convulsos en Benfica

La jornada de ayer mostró cierto retroceso en el grado de las acusaciones que se hicieron desde el Benfica al Zaragoza el pasado lunes. "El Benfica vive horas difíciles por la mala marcha del equipo esta campaña y la última derrota con el colista", aseguraban anoche desde Lisboa para justificar su actitud. El presidente, Luis Filipe Vieira, acudió anteanoche a la concentración del equipo y mantuvo una dura reunión con la plantilla. Es la última muestra del tenso ambiente que reina en los encarnados.