TERUEL 2-1 NOJA

El Teruel, en Segunda B

Dos décadas después de su descenso a la Tercera aragonesa, el conjunto turolense logra recuperar la categoría. Valió la pena lo mucho sufrido ante el Noja cántabro.

El público invadió el campo al terminar el partido y empezó a celebrar el ascenso.
El Teruel, en Segunda B
JORGE ESCUDERO

Valió la pena sufrir. El Noja le puso las cosas muy difíciles al Teruel, que padeció lo indecible para superar a un rival que lo tuvo contra las cuerdas en la primera mitad. Con 0-1, Manu tuvo un uno a uno con Marrama que pudo haber sentenciado el partido y la eliminatoria para los cántabros. El portero turolense detuvo la pelota en una gran parada. Luego, el Teruel supo darle la vuelta a un partido que, paradójicamente, sacó adelante merced a un error del guardameta rival, Marcano, que ‘cantó’ por todo lo alto en el segundo gol aragonés.


Hubo fiesta grande en Pinilla antes y después del partido. Alrededor de 4.000 espectadores llenaron hasta la bandera Pinilla. Pero el Noja no se dejó intimidar. Sin nervios, con ambición, los cántabros salieron a por el partido. No les valía el empate sin goles y salieron a marcar. A los dos minutos ya lo intentó Chupe, muy incisivo durante toda la tarde. Al cuarto de hora, Chupe, de nuevo, lanzó un disparo que acabó en las redes de Marrama. En ese instante, la eliminatoria era del Noja. Incluso pudo sentenciarla el conjunto cántabro, cuando Manu se quedó solo. La parada de Marrama fue decisiva en el ascenso.


El Teruel supo reaccionar. El gol nació de un saque largo del portero Marrama. Todo lo demás lo hizo Lolo, que supo irse de la defensa y batir por bajo a Marcano. Tras anotarse este gol, un valla de las gradas repleta de seguidores se cayó. Afortunadamente, no se registraron daños entre los espectadores. Hasta el descanso, no hubo más acciones destacadas.

En la reanudación, el Teruel salió más enchufado. A los dos minutos ya inquietó el conjunto local, con un remate de Enric Pi que dio en la escuadra defendida por Marcano. El Noja no se rindió nunca, y lo volvió a intentar por medio del morenito Chupe, que sembró el pánico durante toda la tarde en el campo de Pinilla. La intentona de Chupe llegó en el minuto 62, pero no tuvo consecuencias en el marcador.


En el minuto 68 llegó el tanto definitivo. Avanzó con la pelota Enric Pi, que lanzó un fuerte disparo desde fuera del área que se coló en el portal defendido por Marcano. El tiro fue duro, pero en apariciencia parable. La fortuna, tantas veces esquiva para el Teruel en anteriores temporadas y ‘play off’, en esta ocasión le acompañó.


El técnico visitante movió el banquillo en busca de soliciones. Con el 1-1 logrado en la ida, el ascenso estaba en manos del Teruel. Calderé también movió sus piezas. Creus sustituyó a Adrián. Luego, Monforte, lesionado durante buena parte de la temporada, dejó su sitio al turolense Garzarán. Los cántabros lo intentaron hasta el final, pero en ningún momento podría decirse que el ascenso corrió peligro.


Finalizado el encuentro, el público invadió el campo de Pinilla. Se vivió con júbilo el ascenso ante un Noja que peleó hasta el final por una victoria que no llegó. Llegados aquí, con un ascenso merecido en el que el Teruel ha echado toda la carne en el asador, llega el momento de planificar la temporada. El presidente, Inocencio Martínez, y el entrenador, Ramón Calderé, todavía no han comunicado nada acerca de los planes de futuro. Después de 20 años, el Teruel merece tener continuidad en la Segunda B.